La UCO, tras el otro Sánchez

La UCO, obedeciendo el mandato de la jueza competente, ha entrado como elefante en una cacharrería en la Diputación de Badajoz, buscando los papeles relativos al hermanito de Sánchez, también llamado David Azagra para despistar, amigo que fue de nuestro Jerónimo Saavedra, a ver si es verdad que cobraba sin trabajar. Y están averiguando si vive en España, si vive el Portugal, si declara en España, si declara en Portugal o si qué. Esta familia parece una familia de carotas, uno en el Falcon de aquí para allá y en las residencias del Patrimonio Nacional, como si fuera un jefe de Estado, y el otro cobrando de aquí y de allá y reuniendo un patrimonio mosqueante, dicen que más de dos millones de euros, sin dar palo al agua. Y la otra, mediando y mediando en lo que no debe. Pues que la UCO se aplique y que salga todo a la luz porque esta familia Sánchez, con el copiador de una tesis, la falsa catedrática y el empleado que no trabaja, nos ha salido rana. Pero rana. Vaya tropa, como para echarle de comer aparte. Pero no crean ustedes, desocupados lectores, que esto va a quedar así. En España, normalmente, se llega al final de los procedimientos y los que se escapan, debiendo pagar las culpas, es porque los amnistían. Así que la familia Sánchez acabará donde tiene que acabar, o en la gloria o en el infierno. Como cualquier españolito que o acierte o se pase de madre. La UCO, de momento, con mucho detenimiento, revuelve papeles en la Diputación de Badajoz, papeles que ha pedido la jueza instructora y papeles que parece que no le han enviado. Pues ahora llegarán al juzgado, vía Benemérita, como es preceptivo. Vaya con los Sánchez y sus aficiones extrañas. Un director que no dirige, un presidente que copia y rompe España y una catedrática que no sé si terminó el bachillerato. Esto se está devaluando mucho, ¿no lo creen ustedes, señoras y señores?