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martes, 29 abril,2025

El silencio no es rentable

El que calla, otorga. La frase está recogida en el Digesto de Justiniano. El que calla, otorga, repito. Pedro Sánchez, acogiéndose a un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ha decidido no declarar en La Moncloa ante el juez Peinado, pero ya el magistrado cumplió con su obligación. No puede alegar indefensión, en caso de ser investigado. El silencio puede ser un silencio culpable también y este matrimonio, encaramado en el poder, él a base de pactos espurios y de leyes de conveniencia, y ella por ser la mujer de él, está marcado. A veces, el silencio no es rentable. Marcado en Europa, marcado en España. Sánchez no aguantará y menos con la que están montando en Cataluña, de donde van a huir como conejos las empresas que quedan porque la seguridad jurídica la están dinamitando y más poniéndola en manos de independentistas, de populistas sin conciencia ni legalidad. Sólo les falta eliminar a los notarios, a los registradores y el catastro. Ya tienen los independentistas la recaudación total de impuestos. Jamás se había llegado tan lejos con una región española. Ahora, que venga Puigdemont, lo detengan –que lo van a detener porque lo único que queda limpio en España son los jueces— y se va a liar una gorda. El CNI milimetra los pasos del prófugo y también el servicio de información de la Guardia Civil. Se sabrá que está en España nada más poner un pie en la frontera. Puigdemont es seguido, en Bélgica y en Francia, por agentes españoles. Nada más pisar suelo español será entregado al magistrado Llarena, a no ser que le den un margen para que pise el Parlamento de Cataluña y lo hagan preso allí mismo, para mayor escarnio. Yo, desde luego, lo detendría en los Pirineos: menos lío, para no parecernos más a Venezuela, que en paz descanse. Sánchez, con todo su rostro, se parece más a un cadáver político cada día. Hasta ha palidecido. Su mujer lo ha metido en un lío, lo digan o no lo digan Bolaños, Marlasca y la tropa sanchista de ojos cerrados, que se parece cada día más al ejército de Pancho Villa. Parece mentira que un juez que fue ejemplar contra ETA, como Marlasca, haya dado ese viraje político deleznable. ¿Qué hará cuando empiece a funcionar la puerta giratoria? Hay otro refrán que dice que a cada cochino le llega su sanmartín. El poder no es eterno, sino efímero, y es mejor pasar por él con dignidad para que luego, cuando todo vuelva a la normalidad, el sujeto goce de igual prestigio que cuando entró en política. Y estos acaban todos marcados, como los caballos en los cortijos, como las reses en el lejano Oeste. Sánchez está tan perplejo que ni siquiera le ha enviado un recado a Maduro para que cuente bien los votos de la oposición y los suyos propios. España está haciendo el ridículo en el concierto internacional. No es nuevo, siempre lo ha hecho, desde Guinea, desde Cuba, desde Filipinas (donde perdimos hasta el idioma), desde el Sahara, desde Sánchez. Sólo Aznar, con la insignificancia de Perejil, puso los huevos sobre la mesa.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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