Esta semana mis pasos me condujeron a visitar Alcalá de Henares. Fue un viaje relámpago, a la par que intenso y cargado de encuentros con amigos, de experiencia gastronómica y cata de Joya de Nicaragua Clásico Original en formato Churchill (el más vendido de la marca), maridado con dos tipos de rones de la marca premium Malabusca, que serán lanzados al mercado el próximo mes de septiembre.
El lugar elegido no podía ser otro que la Sociedad Gastronómica Complutense de mis amigos Fran, Juanma y César, unos excelentes anfitriones que me hicieron sentir en mi segunda casa. Este artículo va dedicado a ellos y a Santi Malabusca que me invitaron a vivir esta inolvidable experiencia.
En mi casa me enseñaron que “de buen hijo es ser agradecido” y que hay que poner en valor que este bonito mundo del que escribo semanalmente alberga grandes personalidades que comparten, sin esperar nada a cambio, siendo lo único verdaderamente importante disfrutar de buenos humos. Puede parecer un cliché pero los fumadores de puros no discutimos, dando igual tu ideología, tu religión o tu equipo de fútbol. Tras un puro, todos somos iguales.
Volviendo al ruedo y cambiando a la suerte de varas, la cata comenzó con un almuerzo elaborado por el chef Fran que deleitó a los comensales asistentes con un atún en escabeche, tomates aliñados, anchoas con su ajito y aceite oliva virgen extra, sin faltar la tortilla española. Un menú digno de una estrella Michelin que preparó nuestro paladar para lo que vendría a continuación.
La cata maridaje aunó en perfecta sincronía, como les decía, a la marca Joya de Nicaragua con su Clásico Original Churchill, explicado por Pedro Pablo Gamero y que dio paso a Santiago Hernández, que nos presentó otro de sus productos premium; el ron. Este destilado dará mucho de lo que hablar porque es un espectáculo.
No acabaría aquí la jornada, pues acto seguido me desplacé con mi amigo Charlie Quesada a la Calle Ferraz número 2, al Club Pasión Habanos, donde disfrutamos de un agradable encuentro con Juan de Cigar Smoker Club, Armando Cigars, Ricardo Carioni y Joshua Habursky, compartiendo vivencias y un rato entrañable.
Pero como todo lo bueno llega a su fin, permanecí unas horas más en el Club, teniendo como única compañía mi Pirámide Madura de La Regenta, en lo que alguien ha definido como el reposo del guerrero –el telón–, que se cerró tras un viaje relámpago a los Madriles.
Gracias Jaime
Un placer haberte tenido en nuestra sociedad , ya sabes donde está tu casa
Un abrazo