La Corporación de Radio Televisión Española (RTVE) ha dado un paso significativo al solicitar formalmente a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del Festival de Eurovisión, la apertura de un debate sobre la participación de la televisión pública israelí (KAN) en la edición de 2025, que se celebrará en mayo en Basilea, Suiza. La petición, anunciada este viernes mediante un comunicado oficial, responde a las crecientes inquietudes de diversos sectores de la sociedad civil española respecto a la situación en Gaza y la presencia de Israel en el certamen musical.
El presidente de RTVE, José Pablo López, remitió una carta al director general de la UER, Noel Curran, en la que expresó el compromiso de la entidad con el festival, pero también destacó la necesidad de abordar las preocupaciones planteadas por ciudadanos y organizaciones españolas. “RTVE considera que sería apropiado que la UER reconozca la existencia de este debate y facilite un espacio de reflexión entre las emisoras miembros sobre la participación de KAN”, señala el comunicado, que no exige explícitamente la exclusión de Israel, sino que aboga por una discusión estructurada.
La solicitud se produce tras un acuerdo alcanzado en el Consejo de Administración de RTVE y se enmarca en un contexto de tensiones previas. En la edición de 2024, celebrada en Malmö, Suecia, la participación de la cantante israelí Eden Golan estuvo rodeada de polémica, con protestas masivas y abucheos debido a la ofensiva militar de Israel en Gaza, que ha dejado más de 50.000 muertos según las autoridades palestinas. A diferencia de Rusia, excluida en 2022 tras la invasión de Ucrania, Israel ha mantenido su presencia en el festival, lo que ha generado críticas por una supuesta falta de coherencia en las políticas de la UER.
Para 2025, Israel estará representado por Yuval Raphael, una joven de 24 años superviviente del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en el festival Nova, con la canción New Day Will Rise. Su selección ya ha avivado el debate, con sectores como Sumar, aliado del PSOE en el Gobierno español, pidiendo su exclusión por considerar que KAN actúa como un “brazo propagandístico” del gobierno israelí. En febrero, el diputado Francisco Sierra instó a RTVE a tomar medidas, una presión que ahora se materializa en esta petición oficial.
La UER, que aún no ha respondido, enfrenta un dilema complejo. Aunque defiende que Eurovisión es un evento apolítico entre televisiones públicas y no gobiernos, la participación de Israel ha puesto en entredicho su neutralidad, especialmente tras incidentes como el acoso a un periodista español en 2024 por gritar “Palestina libre”. RTVE, como parte del “Big Five” –los cinco países que más aportan financieramente al festival–, tiene un peso significativo en la UER, lo que podría impulsar un debate interno que otras emisoras, como la eslovena RTVSLO, también han solicitado.
La pelota está ahora en el tejado de la UER, que deberá decidir si abre este espacio de reflexión o mantiene su postura de no intervención. Con el festival a poco más de un mes, el tiempo apremia, y el desenlace podría redefinir las reglas de participación en Eurovisión, un evento que, pese a su lema de unir a través de la música, sigue enfrentándose a las fracturas del mundo real.
