Puerto Rico enfrenta un nuevo apagón masivo que ha dejado sin electricidad a más de 1,1 millones de personas, aproximadamente el 77% de los clientes del sistema eléctrico. El corte se produjo el miércoles a las 12:38 p.m., cuando una falla en una línea de transmisión entre las plantas EcoEléctrica y Costa Sur provocó la desconexión de todas las generadoras de la isla.
El apagón afectó servicios esenciales como hospitales, el aeropuerto internacional y sistemas de transporte público. Además, más de 400,000 residentes quedaron sin acceso al suministro de agua. La empresa Luma Energy, encargada de la distribución eléctrica, informó que para el jueves por la tarde se había restablecido el servicio al 58% de los clientes, y se espera alcanzar el 90% en las próximas 48 a 72 horas.
La gobernadora Jenniffer González interrumpió sus vacaciones para atender la emergencia, calificando la situación como «una vergüenza» y destacando la fragilidad del sistema eléctrico de la isla. Este es el segundo apagón generalizado en menos de cuatro meses, lo que ha generado críticas hacia las empresas Luma Energy y Genera PR, responsables de la distribución y generación eléctrica, respectivamente.
Las causas del apagón aún se investigan, aunque se barajan hipótesis como fallos en interruptores, vegetación sobre las líneas de transmisión o disturbios en la red. La red eléctrica de Puerto Rico ha sido objeto de críticas desde el huracán María en 2017, debido a décadas de negligencia y falta de inversión.
El apagón ha tenido un impacto económico significativo, con pérdidas estimadas en $215 millones diarios. Comerciantes y ciudadanos expresan su frustración por la recurrencia de estos eventos y la falta de soluciones efectivas.
