Valencia se convierte en un tributo gigantesco al “y tú más”

130.000 personas (datos de la Delegación de Gobierno) se concentraron ayer en Valencia para, entre otras cosas, pedir la dimisión del presidente valenciano, el alicantino Mazón (PP). A estas alturas no sabemos si el PP lo dejará caer. Si lo deja caer, Vox no apoyará al nuevo presidente y podría entrar el PSOE y aliados a gobernar en esa Comunidad Autónoma. Es una posibilidad entre muchas. Los valencianos salieron a la calle porque aquello es un caos, no sólo por los muertos y desaparecidos sino por la devastación. Una parte de la Comunidad Valenciana ha sido arrasada por una riada infame que habla de que España, en muchos aspectos, está siempre pendiente de un hilo: se rebosan las presas, se destruyen las presas, otras veces se secan los pantanos, se construye en viejos cauces de ríos y barrancos, el que lo quiere hacer legalmente recibe el desprecio de la Administración, las leyes urbanísticas son contradictorias, los concejales de urbanismo no saben de urbanismo y los jueces tampoco. Iba a decir que este es un país de mierda, pero este calificativo me parece demasiado suave. Los partidos acuden al “y tú más” para culpar al otro y si Mazón es culpable también lo son Sánchez y Marlasca y Margarita Robles y Teresa Ribera. Hay un montón de culpables, pero eso da igual porque ahora lo que queda es confortar a las familias, que las ayudas sean de verdad y que no haya que devolverlas, que las soluciones urbanísticas eviten futuros desaguisados, limpiar el lodo y enterrar a los muertos y buscar a los desaparecidos. Mazón puede ser uno de los culpables pero no el único culpable y las maniobras de La Moncloa para librar a Sánchez de todo y para buscar cabezas de turco son los terribles resultados del deleznable “y tú más”, que está hundiendo a España en el mismo lodo de Valencia. Un lodo perverso, por lo evitable.