¿Resistirá?

A pesar de que la oposición del PP no es, precisamente, un dechado de inteligencia, la pregunta es si Sánchez resistirá o no. Lo más lógico sería que pidiera una entrevista con Feijóo y que, de manera sensata, estableciera un pacto de Gobierno, haciendo unas concesiones a la derecha, tan generosas como las que ha hecho a independentistas, herederos de ETA y toda la pandilla. Pero esto no va a ocurrir. ¿Y por qué no un Gobierno de coalición con el PP, que era lo lógico desde el principio? Lo que pasa es que Sánchez, por votos, no sería presidente y esto no lo aguantaría. Es tal su apego al poder que se muestra incapaz de razonar serenamente el futuro de España con la oposición. Se ha limitado a colonizar las instituciones y a cometer disparates, haciendo concesiones a quienes quieren romperlo todo: la Monarquía, la unidad de España, la integridad territorial. Y, claro, le ha salido mal la jugada porque entre los suyos había una panda de chorizos, incluyendo personas muy cercanas al propio Sánchez, lo supiera él o no. Y esto ya no vale, es incapaz de sostenerse. Ayer, el PP decidió querellarse ante la Audiencia Nacional contra el PSOE, que es lo mismo que querellarse contra el Gobierno de Sánchez y contra el mismo presidente. ¿Con fundamento? Reconozco que se me pusieron los pelos de punta cuando leí el informe de la Guardia Civil. Dios mío, la cosa es grave. Hay chorizos en las aristas del poder, restos putrefactos de la más vil corrupción. Y ahí entran los tribunales a los que Sánchez no ha podido colonizar –sólo al Constitucional, parcialmente y a la Fiscalía–. Concomitancias con el Gobierno de Maduro, aprovecharse de una pandemia en la que murieron miles de personas para robar a manos llenas, comisiones de dinero público aquí y allá, todo eso, que tiene todavía la cualificación de presunción, es demasiado fuerte para que un gobernante, que se ve –presuntamente— involucrado, en parte, “kilómetro cero de la corrupción” lo llama el PP, siga en el poder. Se tiene que marchar porque la corrupción de los suyos (de momento) se lo está comiendo con papas. Y no va a poder resistir. Al menos es lo que piensa la mayoría de los españoles.