Christian Brückner, el principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann, se enfrenta a nuevas acusaciones tras el hallazgo de pruebas que podrían implicarlo en la ocultación de la muerte de la niña británica.
Durante una investigación en una propiedad abandonada en Alemania, la policía descubrió un escondite que contenía discos duros y dispositivos de almacenamiento enterrados bajo los restos de un perro. Estos dispositivos contenían imágenes de abuso infantil, conversaciones online con contenido pedófilo y documentos que detallaban fantasías de secuestro y abuso de menores. Además, se encontraron más de 75 trajes de baño infantiles y fotografías que relacionaban a Brückner con lugares clave en Portugal, donde Madeleine desapareció en 2007.
Un excompañero de celda de Brückner, Laurentiu Codin, testificó que el sospechoso le confesó haber secuestrado a una niña durante un robo en Portugal. Brückner también le preguntó si era posible extraer ADN de huesos enterrados, lo que sugiere un intento de ocultar pruebas.
A pesar de estas revelaciones, Brückner no ha sido formalmente acusado en relación con la desaparición de Madeleine McCann. Actualmente cumple una condena por la violación de una mujer en 2005 y podría ser liberado en septiembre de 2025 si no se presentan nuevos cargos en su contra.
El caso ha sido objeto de un reciente documental de Channel 4, «Maddie: The Unseen Evidence», que presenta estas nuevas pruebas y testimonios, renovando el interés público y la presión sobre las autoridades para resolver uno de los casos de desaparición infantil más notorios de las últimas décadas.
