Los mensajitos

Los mensajitos entre Sánchez y su amiguito del alma, el putero de reconocido prestigio José Luis Ábalos, han sido revelados, y sigue la cosa, por el periódico “El Mundo”. Sánchez odia a sus barones díscolos, a los que no le rinden pleitesía, y gobierna a un PSOE entregado, con mano de hierro. Pero en este país, donde triunfan los llamados programas del corazón y otros puteríos similares, lo que mola es el arrebol de las porteras, las meretrices y las modistillas y modistillos. Y los mensajes, como no podían ser menos, han trascendido a la canallesca, a la que no recibe los favores de Sánchez, a los periódicos que no ha podido colonizar, como ha hecho el sátrapa con el Tribunal Constitucional. No sé cuánto le queda al felón en el poder, pero el terrón de azúcar se va disolviendo lentamente en un vasito de agua. El PP, que no es tampoco nada del otro mundo, ha anunciado su congreso para julio, porque piensa que va a haber elecciones anticipadas. Está bien que jubile a la Cuca y al Tellado, dos tranques que ni te imaginas, y que dé entrada a personas del empuje y la capacidad de Isabel Díaz Ayuso y de Cayetana Álvarez de Toledo en puestos de responsabilidad en el partido. En un país en el que su fiscal general del Estado está a punto de sentarse en el banquillo puede pasar cualquier cosa, incluso que tres magistrados del Tribunal Constitucional se planten y le pidan a su parcial presidente que aparque las amnistías hasta que el tribunal de la Unión Europea se pronuncie. Algo lógico. No sé si Sánchez aguantará la avalancha, con el añadido de las cuitas judiciales de su mujer y de su hermano, el follón que hay en el partido con los famosos whatsapp (aunque no lo quieran reconocer) y el desastre en el que se ha convertido el PSOE: un partido de enchufados y de mercaderes. Pero si el PP quiere ganar debe renovarse. Si tiene noticias de un adelanto electoral, la pronta celebración del congreso se hace inevitable. Como es inevitable una renovación de cargos porque los que están en los puestos clave distan mucho de ser los mejores. Ahora hace falta ver si Feijóo, que nunca ha perdido unas elecciones (Sánchez no ha ganado jamás en las urnas) es el hombre o no. De momento tienen un congreso para rearmarse.