A los 67 años, y por causas que la familia no ha revelado, falleció en Gran Canaria José Miguel Pérez, que fue vicepresidente del Gobierno de Canarias con Paulino Rivero, secretario general de los socialistas canarios, presidente del Cabildo de Gran Canaria y consejero de Educación del Gobierno regional.
Como consejero de Educación realizó una labor excelente, creó los comedores de verano y potenció la Educación en Canarias con algunas normas que por desgracia no se han cumplido, como es la de destinar, al menos, el 5% del presupuesto anual a este campo educativo. Repito, una obligación legal que jamás se ha cumplido.
José Miguel Pérez, un hombre de consenso, era catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, un socialista moderado al que no le gustaba el ruido de la política. Para Paulino Rivero, de quien fue su vicepresidente tras las elecciones de 2011, “desaparece un referente ético de la política canaria”.
En 2010 fue nombrado secretario general de los socialistas canarios, tras suceder a Juan Fernando López Aguilar. Líderes socialistas canarios y hasta Pedro Sánchez desde Brasil han hecho públicos comunicados lamentando su fallecimiento.
En este momento, José Miguel Pérez estaba retirado de la actividad política, aunque participaba en actividades históricas como dirigente –patrono– de la Fundación Juan Negrín, de la que es vicepresidente Eligio Hernández. Y ocupaba su cátedra en la ULPGC.
José Miguel Pérez fue uno de los artífices del traslado a Canarias del archivo del gran político y médico republicano, el doctor Juan Negrín, para lo que luchó ante las autoridades españoles, junto con otros miembros de la Fundación.
También trabajó, hasta que se consiguió, para que el bonito edificio de la vieja Caja de Reclutas de Las Palmas fuera dedicada a albergar ese archivo y fuera reconocida como sede de la Fundación. El actual presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha enviado a sus familiares un mensaje de condolencia, luego de conocer la triste noticia del fallecimiento del político grancanario.
José Miguel Pérez era un hombre bueno, al que no le gustaba para nada la política ácida que hoy se practica en España –en Canarias, la verdad, mucho menos–. Siempre procuraba llegar a soluciones con el máximo consenso, era caballeroso, culto y un señor en toda las extensión de la palabra.
