Hay un chiste muy gracioso de Chiquito de la Calzada. Un tío va a Madrid en coche y aparca en una calle céntrica, donde hay un disco de prohibido. Un municipal se le acerca y le dice que debe retirar el coche del lugar y le pregunta si no ha visto la señal. El conductor se enfrasca en una discusión con el agente y la cosa llega a mayores, hasta que el conductor le dice al guardia: “¡Usted no sabe con quién está hablando!; ¡yo soy concejal de Cuenca¡”. El agente se echa a reír y le responde: “Pero, hombre, ¿usted no se da cuenta de que aquí, en Madrid, un concejal de Cuenca es un mojón?”. A lo que el conductor, azorado, responde al agente: “Y en Cuenca también”. Bueno, pues el Senado, por si ya no había quedado demostrado desde que se instauró la democracia, es un mojón. La Mesa del Congreso, que controlan el PSOE y Sumar, ha decidido mandar al BOE la ley Txapote, a pesar de que el Senado pretendía que con su devolución a la cámara baja se debatiera de nuevo y se pudieran presentar enmiendas. Los letrados del Congreso –y supongo que su jefe, que es sanchista— informaron verbalmente a la tal Francina de que ese debate no tenía por qué repetirse y de que el texto legal debía enviarse directamente al BOE, con lo que puede estar en vigor mañana o pasado. El PP se la quiso jugar al PSOE, pero fue el PSOE quien se la jugó al PP. No sé si la cosa acabará en el Tribunal Constitucional, pero da igual: ya saben cuál será el resultado. Es el mal negocio de vivir en una dictadura encubierta, en la que se han colonizado casi todas las instituciones en favor del sátrapa que preside el Gobierno. El Senado ha demostrado su condición de mojón y, de acuerdo con Chiquito, creo que pinta menos que un concejal de Cuenca. Así que hay ley Txapote, paradójicamente votada también por la derecha, por otro error. No tenemos remedio.
miércoles, 18 junio,2025