¿Cambiarán el mundo?

Hay una foto que está difundiendo el entorno de Trump y de Elon Musk, su nuevo ministro (allí los llaman secretarios). Debajo de la foto, ambos dicen: “Cambiaremos el mundo”. La foto, que reproducimos en la cabecera de este comentario, es muy significativa. Es muy posible que sea verdad, que los dos cambien el mundo y que la economía de los Estados Unidos se dispare. Con ella, las criptomonedas. Unos serán más ricos y otros menos, pero parece claro que el bienestar regresará a una nación en la que los precios han subido de una manera disparatada y ya no es el paraíso económico que era. Sobre todo para las clases medias, porque las altas no lo notan y clase baja apenas hay sino los inmigrantes que aceptan trabajos más precarios, por desgracia. Estos dos serán capaces de muchas cosas, estoy seguro. Yo creo en la economía de libre mercado, creo en el progreso de los más listos y de los que están mejor preparados, creo en las democracias occidentales y detesto los populismos, los nacionalismos disparatados los fundamentalismos y a las madres que los parieron. Estados Unidos es hoy la gran esperanza del mundo, sobre todo por culpa de una Europa desunida y sin contenido, que se ha dejado llevar por la desidia. Una vez, no hace mucho, tuvieron que venir los yanquis a ayudar a Europa, porque se la comía Alemania. Pues Europa no ha sido capaz de aprender, en manos como está de una mujer que tiene menos cabeza que Pedro Sánchez, Ursula Von der Leyen, que nos aboca a tratados de comercio incomprensibles, a una flojera evidente en materia de defensa y a disparatadas políticas migratorias, en las que debe de estar detrás alguien desconocido, poderes ocultos. Porque Europa no puede resistir la actual presión de los que llegan ilegalmente. Será imposible: o se toman medidas o se acabó la Unión. Y esta mujer parece que no es capaz de poner sobre la mesa una política coherente al respecto. Un apunte final sobre Siria. Ayer les dije que la revolución y la expulsión de Bachar Al Asad era un alivio para Israel. Hoy todos los medios del mundo se hacen eco de esta circunstancia. Pero el futuro de Siria, con las tres facciones que han ganado la guerra a Asad en liza, es también muy incierto. ¿Quiénes formarán Gobierno? ¿Se pondrán de acuerdo? En los próximos días tendremos más información, pero de momento uno de los líderes rebeldes, ya instalado en el palacio presidencial,  ha dicho algo coherente: nada de disparos, ni siquiera al aire. Las armas, quietecitas. Yo no me lo creo, pero ojalá.