El pasado 12 de diciembre, la sede de Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife se convirtió en algo parecido a un E3, la feria de videojuegos más importante del mundo, en versión canaria.
Allí se celebró el II Foro Profesional del Videojuego Canary Islands Games, un encuentro que reunió a las principales empresas y desarrolladores del Archipiélago para compartir proyectos, hacer networking y, sobre todo, constatar una realidad: la industria del videojuego en Canarias ya no es una promesa, es un sector en plena expansión.
Un ecosistema que crece
Los datos que se presentaron en el foro hablan por sí solos: 44 estudios de desarrollo, 17 centros formativos vinculados al videojuego y más de 220 empleos directos relacionados con este sector en las Islas.
Esto sitúa a Canarias como la sexta comunidad autónoma de España en número de estudios, y como una de las preferidas por los profesionales del sector para instalarse, solo por detrás de grandes polos como Madrid, Cataluña o Andalucía.
Si se mira el contexto nacional, la fotografía es aún más reveladora: la industria del videojuego en España factura ya más de 2.400 millones de euros anuales y da empleo directo a más de 11.000 personas, según los datos manejados en el encuentro. En ese tablero, Canarias empieza a aparecer en el mapa como un hub emergente con identidad propia.
¿Por qué el videojuego está despegando precisamente aquí?
En el foro se mencionaron varios factores. Uno de los más conocidos son los incentivos fiscales de la Zona Especial Canaria y del Régimen Económico y Fiscal, que hacen muy competitiva la producción audiovisual y de contenidos digitales.
Pero no es solo cuestión de impuestos: también hay talento local formado en programación, arte digital, diseño de juegos y animación; existen centros especializados que alimentan la cantera y conectan a los estudiantes con estudios y publishers; y además se ha consolidado un entorno audiovisual potente, con rodajes internacionales, estudios virtuales y empresas de efectos digitales que conviven con los desarrolladores de videojuegos.
La combinación de incentivos económicos, ecosistema audiovisual y calidad de vida convierte a Canarias en un lugar atractivo para que pequeñas y medianas compañías de videojuegos se instalen o colaboren con equipos locales.
Desafíos
En este contexto, Canary Islands Games funciona como un auténtico escaparate. El foro nace precisamente para reunir al ecosistema del videojuego una vez al año, compartir avances, detectar necesidades y coordinar el apoyo público al sector.
En la edición de este año se presentaron proyectos de éxito desarrollados desde las Islas, se abordaron cuestiones de internacionalización, financiación, acceso a publishers y los próximos pasos de la hoja de ruta 2024–2026 para la consolidación de la industria del videojuego en Canarias, un documento estratégico que fija líneas de trabajo en formación, inversión y emprendimiento.
Pese al optimismo, el foro también dejó claro que existen desafíos: consolidar el empleo, fortalecer estructuras empresariales que aún son pequeñas y permitir que los estudios canarios puedan escalar proyectos, firmar títulos más ambiciosos y competir en mercados globales.
La cooperación entre estudios, las ayudas públicas a la internacionalización y la presencia en ferias internacionales son claves para ese salto de escala.
El reto ahora es que el crecimiento del sector se mantenga en el tiempo y se traduzca en carreras estables, más proyectos propios y una presencia reconocible de la marca Canarias en los créditos de los juegos que se juegan en todo el mundo.
