Maniobras en Marruecos

Se están desarrollando maniobras entre tropas americanas e israelitas, y supongo que marroquíes, en Tan-Tan, a unos 250 kilómetros al sur de Agadir. En Tan-Tan se está construyendo una base norteamericana. Situada junto al mar, la región alberga una ciudad de 80.000 habitantes y unas playas que son las mejores de Marruecos. Mientras se refuerza el eje Rabat-Jerusalén-Washington, Sánchez habla de expulsar a Israel de Eurovisión. La visión estratégica del presidente español es comparable, un suponer, a la de Carpanta. Sánchez no sólo ha sido espiado por Marruecos sino que ha concitado el odio de Israel y la indiferencia de Trump, así que mal futuro nos espera; y más a los canarios. El CNI supongo que habrá comunicado al Gobierno de España esas maniobras y, naturalmente, España sabe ya de la base en construcción de los americanos en Tan-Tan, que incluirá puerto y aeropuerto. Nos afecta directamente, porque Marruecos, hoy, es un muro de contención para los Estados Unidos, tanto del terrorismo islámico como de la expansión del propio Islam. Trump no se fía de Sánchez y hace bien, y los israelitas tampoco, por razones más que obvias: en vez de mantenerse en una postura inteligentemente neutral, el sátrapa de La Moncloa ha mostrado simpatías por los agresores de Israel, muy mal aconsejado, y ha emprendido una cruzada tan gratuita como absurda contra el Estado de Israel. Sin tener en cuenta ninguna consecuencia. En cuanto a la estrategia con Marruecos es, como siempre hace España, equivocada. Parece mentira que esté tan próximo y que conozcamos tan poco a ese país, que dispone de información sensible de Sánchez, según todos los autores, aunque yo no tenga ni una sola prueba de este asunto. En los últimos meses, España realiza ciertas demostraciones de fuerza ante Marruecos en Canarias y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y los peñones de soberanía. Pero no es baladí que Estados Unidos está aportando armas y material a Marruecos (incluso aviones de última generación), mientras la Guardia Civil se queda sin balas para sus prácticas de tiro por la suspensión unilateral de España del contrato con la fábrica israelita que las suministraba, esta vez como concesión de Sánchez a la Tucán gallega. Es un despropósito tras otro, fruto de la postura errática de Sánchez y de que su preocupación está más cerca de los líos judiciales familiares que de gobernar el país.