La Agencia de Seguridad Fronteriza de la Unión Europea, Frontex, incluye en su último Análisis de Riesgo Anual la posibilidad de que elementos yihadistas que actúan en la zona del Sahel se estén infiltrando entre los miles de inmigrantes ilegales que llegan a España (35.000 en lo que va de año, 30.000 de ellos en la ruta de Canarias), como acceso “fácil” para acceder a Europa.
España, cuyo actual Gobierno socialista siempre ha negado la relación entre terrorismo, delincuencia común e inmigración ilegal, ha enviado a cien agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional a países del norte de África para tratar de identificar, y en su caso impedir, la libre circulación de estos terroristas y proceder a su detención antes de que logren infiltrarse en los contingentes de ilegales que embarcan hacia España.
España ni siquiera había recabado la ayuda Frontex para tratar de impedir la avalancha de pateras que llega a sus costas, especialmente a las de Canarias, donde se contabilizan 30.000 ilegales hasta este mes de septiembre de 2024, el doble que el año anterior.
La Unión Europea manifiesta así su preocupación por lo que está ocurriendo, ya que existen serias sospechas de que elementos yihadistas, con mucha actividad en la zona del Sahel, se hayan infiltrado entre estos contingentes migratorios, que las mafias depositan en las costas españolas y que luego ni son repatriados, ni son controlados sus movimientos por las autoridades españolas.
De esta información se hace eco hoy el periódico OK Diario, que dirige Eduardo Inda. Presidencia e Interior también han sido advertidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), que insiste en lo manifestado por Frontex.
El DSN, que dirige la general de Brigada Loreto Gutiérrez, es el organismo asesor de la Presidencia del Gobierno encargado de velar por la seguridad de la nación y de realizar el seguimiento y la gestión de las crisis. Es, por tanto, una organización básica a la hora de vigilar e identificar a quienes entran por nuestras fronteras y de averiguar si se tratan de elementos potencialmente peligrosos. Y colabora con otros centros internacionales en la detección y prevención del terrorismo.
Es la primera vez que el Gobierno de España reacciona ante las advertencias de la Unión Europea y del propio DSN sobre la necesidad de identificar plenamente a quienes arriban en patera o por cualquier otro medio a España, procedentes del norte de África. Algunas fuentes califican de “coladera” las fronteras españolas, puerta de entrada en Europa.
Y el disparate llega a tal punto que ni siquiera el Gobierno español había pedido ayuda a Frontex para contener el flujo migratorio hasta sus costas, especialmente a las de Canarias, donde la situación de la inmigración ilegal se hace insostenible.
Un Gobierno sin medios no pide ayuda a quien sí los tiene para evitar estas llegadas masivas, supeditándolo todo a visitas infructuosas de Sánchez a países que no son precisamente los que facilitan la salida de inmigrantes, ya que la mayoría embarca en Marruecos, que muestra una nula colaboración con España y país al que Sánchez no se atreve visitar, él sabrá por qué.
