Margot Friedländer, superviviente del Holocausto y destacada defensora de la memoria histórica, falleció este 9 de mayo en Berlín a los 103 años. Su muerte coincide simbólicamente con el 80.º aniversario de la rendición de la Alemania nazi, fecha en la que estaba previsto que recibiera el Gran Cruz del Mérito de la República Federal de Alemania, reconocimiento que, a pesar de su fallecimiento, se considera otorgado oficialmente.
Nacida en Berlín en 1921, Friedländer fue la única de su familia que sobrevivió al régimen nazi. En 1943, su madre y su hermano fueron deportados y asesinados en Auschwitz. Antes de ser capturada en 1944 y enviada al campo de concentración de Theresienstadt, su madre le dejó un mensaje que se convertiría en su lema de vida: «Intenta hacer tu vida».
Tras la guerra, emigró a Estados Unidos junto a su esposo, Adolf Friedländer, también sobreviviente del Holocausto. Vivieron en Nueva York durante más de seis décadas. Después de enviudar en 1997, Margot regresó a Berlín en 2010, donde recuperó la ciudadanía alemana y dedicó sus últimos años a la educación sobre el Holocausto, compartiendo su historia con estudiantes y el público en general.
Friedländer fue una figura central en la lucha contra el antisemitismo y la intolerancia. Participó activamente en eventos conmemorativos, incluyendo una emotiva intervención en el Parlamento Europeo en 2022, donde instó a las nuevas generaciones a recordar y aprender del pasado.
Su labor fue reconocida con múltiples distinciones, entre ellas la Cruz Federal del Mérito y la ciudadanía honoraria de Berlín. Además, el Premio Margot Friedländer, establecido en 2014, continúa promoviendo proyectos educativos que fomentan la memoria del Holocausto y la lucha contra el extremismo.
Incluso en sus últimos años, Friedländer mantuvo una presencia activa en la vida pública. En 2024, a los 102 años, fue portada de la edición alemana de Vogue, donde compartió su mensaje de humanidad y esperanza: «No miren lo que los separa. Miren lo que los une. Sean personas, sean sensatos».
Su fallecimiento ha sido profundamente lamentado por líderes políticos y sociales. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, la describió como una «maravillosa judía alemana de Berlín» y agradeció su invaluable contribución a la reconciliación nacional.
Margot Friedländer deja un legado imborrable como testigo del horror y defensora incansable de la memoria y la humanidad.