El Tete, camino de la Primera RFEF

El Tete va proa al marisco, camino a la Tercera División que ahora se denomina con un eufemismo: Primera RFEF. Es la consecuencia de haber fichado mal, de la ausencia de aspiraciones, de la política de enfrentamientos dentro del club, de que el Tete esté en manos de un empresario sin corazón tinerfeño (José Miguel Garrido), que a las primeras de cambio lo vende. Pero, ¿a quién? No sé lo que pensarán los que sí tienen corazón tinerfeño: Amid, Conrado, Rayco, Pelayo. Pero si el Tete se va al abismo, sus acciones valdrán menos que las de este periódico, que no valen absolutamente nada. Al Tete le queda grande el Heliodoro, no da una, se deja empatar o ganar en los últimos minutos, no tiene fuerza, ni fondo físico, sus jugadores están hechos una ruina y no veo yo solución a este problema. Y encima le renuevan a Pepe Mel. Incomprensible. A un entrenador desconocido le sucede otro quemado ya por el fútbol y por sus novelas. No sé, me da que no se han tomado buenas decisiones en el Tete y también que Paulino Rivero, el presidente ejecutivo, ¿es ejecutivo?, no va a resistir la presión, si no es por el sueldo. Hay gente con suerte, gente que gana mucho. Yo cuando ganaba más que ahora –que no gano nada— tomaba mejores decisiones, me lo tomaba más en serio. El C.D. Tenerife no existe y hoy no lo va a comprar ni un fondo árabe, ni otro británico, ni su puta madre. Ya está la afición caliente, ya empiezan los silbidos contra el palco y ya son increpados los dirigentes en la calle, que es algo que a mí no me gusta porque cuando me increpaban a mí por decir cuatro verdades esas actitudes hostiles y primitivas me repateaban los cataplines. Pero me da pena del Tete, me da pena de los aficionados que se toman el fútbol en serio (yo no me tomo en serio sino al Real Madrid) y me da pena de quienes se han dedicado a comprar acciones para nada. Me da pena de todos menos de Garrido, que tampoco ha dado con la tecla de la simpatía. En un concurso de simpáticos quedaría siempre el segundo. Por antipático. Lo cierto es que el Tenerife va caminito de la Tercera División, que es lo que esconde la Primera RFEF. Y que no va a haber quien lo arregle si sigue jugando así y logrando esos resultados tan enormemente desalentadores. Me gustaría dar mejores noticias pero no puedo. O sea.