El piadoso PSOE no envió a nadie a la inauguración de la catedral de Notre Dame de París, tras el incendio. Se ve que España valora las obras majestuosas de restauración de un monumento histórico, en un tiempo récord. Si los reyes no podían ir, debido a obligaciones con el pueblo de Valencia, al menos podría Sánchez haber enviado a algún ministro ocioso o a una corte de ineptos de esas que pululan por La Moncloa. Cualquiera hubiera valido. Desde luego, Sánchez no, porque habría ennegrecido la ceremonia. Ni Begoña tampoco, por supuesto, porque igual la interroga la UCO en la puerta. En fin, mal rollo con Notre Dame e inexplicable actitud del Gobierno español. Se pone muy fea la cosa en Oriente Medio con los rebeldes sirios, apoyados por Turquía (no sé a santo de qué), rodeando ya la capital. El régimen de Assad se tambalea y éste y sus generales ya tienen preparado el avión hacia el exilio de Londres. Hace tiempo que la familia del dictador sirio vive en Londres, así que le será cómodo: tendrá cama, ropita limpia y ducha en uno de los mejores barrios londinenses. Pero su ejército regular no parece poder resistir la embestida de las fuerzas rebeldes. Hay una masacre allí. Supongo que estará más gente detrás de ellas, además de Turquía. Pero cualquier cosa puede ser mejor que el régimen de Assad, que es igual de cruel que su padre; una especie de Gaddafi o de Sadam Hussein. Por aquellos territorios, casi todos los líderes son iguales de crueles. Luego se ponen a rezar sobre una alfombra y el profeta los perdona. Y los premia con 10.000 o con 20.000 vírgenes, cuando entran en el paraíso. Ríanse ustedes del paraíso terrenal. Y aquí en Madrid, Óscar López, que es un matado, ya es secretario general en vez de Lobato y quiere quitarle la hegemonía a Ayuso. No se lo cree ni él. Óscar López era enemigo de Sánchez y cuando vio que Sánchez resistía se hizo amigo. Como político es un batata y como persona no te digo, cuando es capaz de cambiar tan deprisa de amado líder. A ver si le salpica alguno de los casos abiertos y entonces se tendrá que ir y será Óscar López el Breve. En Notre Dame se plantó hasta Donald Trump, que fue abrazado cariñosamente por otro cadáver político, Emmanuel Macron. Bueno, es comprensible, Trump es ahora un líder mundial, que va a levantar la economía de los Estados Unidos y quizá la del mundo entero. De ser un apestado ha pasado a ser un héroe para los norteamericanos. Las cosas de la política son así.
miércoles, 25 junio,2025
