Alberto Vázquez-Figueroa, con 88 años, ha vuelto a pulsar la tecla del éxito con una novela supuestamente histórica, a partir de las crónicas del fraile carmelita Vázquez de Espinosa, que contó en sus crónicas cómo una plaga de ratas atacó a la maltrecha flota de Indias, e incluso a los gatos y a otros animales que se encontraban a bordo, y a los marineros españoles que tripulaban las naves.
Una segunda parte trepidante la de la novela, de 240 páginas y encuadernada en rústica, que se está vendiendo en estas fiestas de una manera sorprendente (21,40 euros), editada por Herques, editorial tinerfeña.
De esa forma resucita un novelista casi olvidado, uno de los autores que más ha vendido en la historia de la literatura española, y que lidera –junto a Arturo Pérez-Reverte— la lista de éxitos de ventas en estas fechas.
La novela se titula “1622 El Barco de las Ratas” y se subtitula Pánico en la flota de Indias. Una buena narración del escritor tinerfeño, que ha sufrido durante años los avatares de la crisis, que ha tenido serios problemas con Hacienda y que se vio despojado hasta de su casa de Lanzarote. Un escritor con el que se ha cometido injusticia tras injusticia fiscal, hasta que el público ha vuelto a retomar sus relatos, al límite de su ánimo y de su creación literaria.
Un Alberto Vázquez-Figueroa muy lúcido, que ahora juega al dominó con sus amigos en Madrid, pero estoy segura de que este éxito le obligará a terminar la obra que está escribiendo sobre Netanyahu y los israelitas, que podría ser otro best seller, sobre todo si se traduce al hebreo, lo que será un hecho inmediato.
Ha sido tal el éxito de la obra recientemente puesta a la venta que la cadena Agapea ha solicitado a la editorial todos los ejemplares disponibles del libro de Vázquez-Figueroa, “El Barco de las Ratas”, dada la demanda de sus clientes durante estas fiestas.
