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El Barcelona consiguió este domingo una victoria sufrida y con tintes épicos en el Ciutat de València, donde remontó un 2-0 en contra al descanso para terminar imponiéndose por 2-3 gracias a un tanto en propia puerta de Elgezabal en el minuto 91. El equipo de Hansi Flick, muy cuestionado por su planteamiento inicial, logró reaccionar tras el descanso y sumó tres puntos vitales para mantenerse en lo más alto de la clasificación liguera.
El Barça firmó una primera parte muy pobre. El Levante, valiente desde el inicio, golpeó primero con un gol de Iván Romero tras una pérdida de Lamine Yamal en campo rival. Morales amplió la ventaja justo antes del descanso al transformar un penalti señalado por mano de Balde después de una contra. Con 2-0 en el marcador, los de Flick se marcharon al vestuario en su peor momento de la temporada.
El técnico alemán sorprendió en el once con un doble pivote y cuatro delanteros, además de las titularidades de Marc Casadó y Marcus Rashford, en un esquema que no funcionó y que fue castigado con las rápidas transiciones granotas.
Consciente de su error, Flick modificó el plan tras el descanso: Gavi y Dani Olmo entraron al campo y el equipo se transformó. En apenas dos minutos, Pedri recortó distancias con un gran disparo desde la frontal y Ferran Torres firmó el empate tras un saque de esquina.
El Levante, que había perdonado el 3-0 al inicio del segundo tiempo, fue perdiendo fuelle ante un Barça que controló más el juego y siguió buscando la remontada.
Cuando parecía que el partido acabaría en empate, el Barcelona encontró premio en el tiempo añadido. Lamine Yamal colgó un balón al área y Elgezabal, en su intento de despeje, lo envió a su propia portería. El 2-3 cerró una remontada tan sufrida como celebrada.
El triunfo mantiene al conjunto azulgrana en la parte alta de la tabla tras las dos primeras jornadas, aunque deja también la sensación de que Flick aún busca dar con la tecla en un equipo que alterna momentos de brillantez con fases de desconexión alarmantes.
