Al senador del PSOE por Badajoz Rafael Lemus se le fue la pinza en la Cámara Alta y llegó, en su delirio, a comparar, el miércoles, la “labor” de Zapatero en Venezuela con la de Oskar Schindler, que salvó la vida a más de 1.200 judíos, dándoles empleo en sus fábricas de cubiertos y de armas cuando el Holocausto, en Polonia y en la República Checa.
No sé qué vidas ha salvado Zapatero en Venezuela, excepto la de Maduro, reconociendo con su silencio una victoria inexistente en las elecciones presidenciales. Está tan obsesionado Maduro con hacer trampas que le hizo firmar al pobre Edmundo González un documento, reconociendo su victoria (la de Maduro) en esos comicios. Y lo hizo la pareja de Rodríguez (Delcy y Jorge) en la Embajada de España, previsiblemente ante el embajador español y funcionarios de la legación española. El mismo día de la concesión de su salvoconducto de salida del país y del permiso para viajar de su esposa. Que ni chiquito disparate.
Si Edmundo González Urrutia no hubiese firmado ese documento, que no tiene valor alguno al estar por medio una evidente coacción, no hubiera podido abandonar Venezuela. Incluso Maduro podría haber allanado la Embajada de España para arrestarlo, porque no se le pone nada por delante, como buen autócrata y dictador (vienen a ser lo mismo) que se precie.
González Urrutia ha reconocido, un poco tarde (tendría que haberlo hecho al minuto de poner pie en España), que firmó ese documento, nulo de pleno derecho, pero se ha retrasado y ha dado a Maduro la iniciativa. Pero nadie se lo va a creer. Porque o aquí se publican las actas electorales, o nada de nada.
Estamos esperando la decisión sobre Venezuela del Parlamento Europeo, que previsiblemente llegará hoy, aunque no hay noticias por el momento. Al menos yo no las tengo. La condena de Maduro estaba prevista para esta semana de pleno. Ya veremos y, sobre todo, ya veremos lo que hace España cuando se conozca la resolución.
Yo creo que los días de Maduro como presidente de Venezuela están contados. La presión internacional contra él es muy fuerte, en este momento Venezuela se encuentra aislada del mundo y sólo le une a los demás países el dinero del petróleo. Se trata de un crudo muy accesible. El país produce casi un millón de barriles diarios y tiene una capacidad para ampliar esta cantidad de crudo al día extraída de su entraña. ¿Dónde va el dinero del petróleo? Pues a algunos bolsillos. Desde luego a Oscar Schindler, no, porque murió en 1974 y no tenía nada que ver con Venezuela.
Sin embargo, Zapatero no está haciendo una labor altruista en Venezuela. Zapatero cobra por lo que hace, pero pierdan cuidado que no le van a enviar a la Agencia Tributaria a preguntarle. Tiene la bula del papa Sánchez. El ex presidente disfruta de pasaporte diplomático, viaja a Venezuela y viene a España con lo que quiera en los bolsillos. Desde luego, no le van a embargar su casa de León, ni la de Madrid, ni la de Lanzarote, ni las tiendas de moda de las niñas en Caracas. Ni la mina de oro que dicen que tiene en explotación.
Luego Oscar Schindler y Zapatero, senador Rafael Lemus, no se parecen en nada. Uno fue un héroe que se jugó el bigote con los nazis y el otro es cómplice de un dictador sin piedad. Nada más y nada menos. No se parecen ni en la funda de sus pelotas. Alguien ha enloquecido aquí.