Si ustedes leen con detenimiento título, subtítulo y texto de la primera noticia de portada de hoy, verán que el PSOE tinerfeño, por cierto bastante cabreado con el PSOE de Las Palmas y con Ángel Víctor Torres por las razones que se exponen (y que sería ocioso repetir) no encuentra secretario general. Yo tengo la solución: llamen al papa Francisco y que, o bien se postule él, o bien mande a un cardenal. O que Pons, el del PP, se autonombre obispa, se cambie de partido y acceda a la secretaría general del PSOE tinerfeño. El único que ha mostrado cierto entusiasmo por el cargo es Gustavo Matos, presidente que fue del Parlamento de Canarias y madridista de cuna, que se ha manifestado dispuesto a acceder al puesto. A mí Gustavo siempre me ha caído bien, otra cosa es que le caiga bien a los que tienen que elegirlo, que supongo que serán los miembros de la nueva Ejecutiva insular, en la que figuran tropecientos fulanos y fulanas (entiéndase el fulanismo en su sentido de individuo, sin otra connotación peyorativa que la de su condición de personas indeterminadas). Total, que el congreso tinerfeño no le salió nada bien a Ángel Víctor Torres (no confundirlo con Víctor Pablo Pérez, ex director de la Sinfónica tinerfeña, ni con Pablo Paz, ex jugador del Tete). Porque como se trajo a Carolina Darias en el bolsillo para presidir la Mesa del congreso socialista, aquí la panda se cabreó y el 29% no votó a la Ejecutiva nueva de Ángel Víctor, sino que se abstuvo, porque en las cosas esas del PSOE el voto en contra está prohibido. Un partido tremendamente democrático, que le dicen. Otra cosa fue la gestión, que sí recibió el voto generalizado. Un 29% de no votos, o sea de abstenciones, es el récord histórico en los congresos socialistas en Tenerife, si la memoria no me falla, que me puede fallar porque la memoria de un hombre de 77 años tiene más huecos que las bocas del Teide en erupción. Bueno, pues yo doy mi opinión y digo que el papa Francisco, que es socialista, como todo el mundo sabe, puede mandar a la obispa González Pons, una vez que consiga cambiarse de sexo, según la tesis de Alfonso Ussía, para dirigir el PSOE insular y así el bueno de Matos se ahorra el tenerse que estar postulando al cargo, que eso siempre queda feo. En fin, es la actualidad, que el PSOE no encuentra secretario general por los motivos esgrimidos en la referida noticia, que se expone aquí para deleite –o no— de nuestros escasos lectores.
lunes, 23 junio,2025