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Las históricas Salinas de Fuencaliente son un ejemplo vivo de resiliencia y adaptación, que resiste a los volcanes y conquista mercados internacionales. También ha sido identificado a través de ADER La Palma como caso de éxito por la Red CIDE, una iniciativa de la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, impulsada a través de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), y cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, con una tasa de cofinanciación del 85% en el marco del Programa Operativo FEDER Canarias 2021-2027.
Tras superar las erupciones volcánicas del Teneguía (1971) y de Cumbre Vieja (2021), la tercera generación familiar mantiene viva una tradición artesanal que se ha consolidado como motor cultural, económico y turístico en Canarias.
La empresa produce de manera ecológica entre 500 y 600 toneladas anuales de sal marina y flor de sal, mediante evaporación solar y recolección manual. Además de la sal común, comercializa un amplio catálogo de sales gourmet —con variedades como vino, limón y pimienta, mojo rojo y verde o almogrote— que llegan tanto al mercado local como a la exportación. Desde 2013, la actividad se complementa con el restaurante temático ‘El Jardín de la Sal’, un espacio que fusiona gastronomía, interpretación cultural y turismo experiencial.
Innovación con raíces canarias
En los últimos años, la empresa ha desplegado un proceso de modernización integral: desde la actualización de su imagen corporativa hasta la creación de aplicaciones digitales para enriquecer la experiencia de visitantes. También ha innovado en el desarrollo de nuevas gamas de sales aromatizadas en colaboración con bodegas y productores locales, reforzando su vínculo con el territorio.
Asimismo, ha invertido en mejoras de infraestructuras, maquinaria y procesos de envasado, siempre bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. Actualmente trabaja en la valorización de su producto estrella, la Flor de Sal, investigando nuevas combinaciones de sabores y aromas con materias primas locales y técnicas innovadoras como la liofilización.
El papel de la Red CIDE
El acompañamiento de la Agencia de Desarrollo Económico de La Palma (ADER La Palma) desde la Red CIDE han sido fundamental en este recorrido. “Nos han orientado en la búsqueda de financiación y guiado en la puesta en marcha de proyectos innovadores, desde la construcción del restaurante temático hasta la digitalización y la mejora de la eficiencia energética”, destaca Andrés Hernández, propietario de la empresa.
La empresa explora también proyectos vinculados al turismo de salud y belleza, con la mirada puesta en seguir diversificando y generando valor en el medio rural palmero.
Un mensaje para el empresariado
La experiencia de Salinas de Fuencaliente demuestra que tradición e innovación pueden ir de la mano. “Que no tengan miedo a innovar, incluso en negocios tradicionales. Con apoyos como la Red CIDE es posible transformar un oficio de siempre en una propuesta moderna y sostenible. Innovar no es perder la esencia, sino fortalecerla y hacerla viable para las nuevas generaciones”, concluye Hernández.
Para prestar sus servicios, la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias cuenta con centros CIDE repartidos por las islas, coordinados por el Instituto Tecnológico de Canarias y que poseen un equipo técnico especializado en asesoramiento de proyectos de I+D+i a tiempo completo a disposición de las empresas de su entorno.
Más información sobre Salinas Marinas de Fuencaliente:
https://www.redcide.es/casos-de-exito/item/624-salinas-marinas-de-fuencaliente-ejemplo-de-innovacion-y-tradicion