El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) revocó por unanimidad la condena de cuatro años y medio de prisión impuesta al exfutbolista brasileño Dani Alves por un delito de agresión sexual, absolviéndolo de todos los cargos. La decisión, tomada por la Sección de Apelaciones, se basa en la falta de fiabilidad del testimonio de la denunciante y en las «insuficiencias probatorias» que, según el tribunal, no superan el estándar requerido para romper la presunción de inocencia.
El caso se remonta al 31 de diciembre de 2022, cuando una joven denunció haber sido agredida sexualmente por Alves en el baño de un reservado de la discoteca Sutton, en Barcelona. En febrero de 2024, la Audiencia Provincial de Barcelona condenó al exjugador del FC Barcelona y la selección brasileña a cuatro años y seis meses de cárcel, tras considerar probada la agresión basándose en el relato de la víctima y pruebas forenses. Alves, quien pasó 14 meses en prisión preventiva en Brians 2 y salió en libertad provisional en marzo de 2024 tras pagar una fianza de un millón de euros, siempre defendió su inocencia, alegando que el encuentro fue consensuado.
La sentencia del TSJC, notificada este viernes, señala que la resolución inicial contenía «vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones» en los hechos, su valoración jurídica y sus consecuencias. Los magistrados María Àngels Vivas (presidenta y ponente), Roser Bach, María Jesús Manzano y Manuel Álvarez concluyeron que no se podía afirmar con certeza la versión acusatoria, optando por una resolución absolutoria que deja sin efecto las medidas cautelares impuestas, como la prohibición de acercarse a la denunciante o comunicarse con ella durante nueve años y medio.
La abogada de Alves, Inés Guardiola, celebró el fallo como un acto de justicia: «Estamos muy felices. Es inocente. Se ha demostrado». Aunque la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo por la Fiscalía o la acusación particular, la defensa no ha decidido aún si solicitará indemnizaciones por el tiempo que Alves pasó encarcelado. Por su parte, la Fiscalía, que había pedido elevar la pena a nueve años, y la denunciante, que solicitaba 12, vieron desestimados sus recursos.
El caso ha generado reacciones encontradas. La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, expresó su «solidaridad con las víctimas de abuso» sin entrar en detalles del fallo, mientras que la exministra de Igualdad, Irene Montero, calificó la absolución de «violencia institucional y justicia patriarcal», argumentando que desprotege a las mujeres y perpetúa la impunidad de los agresores. Colectivos feministas también han manifestado preocupación por el impacto de esta decisión en futuras denuncias.
La absolución de Alves, uno de los futbolistas más laureados de la historia, cierra un capítulo judicial que ha captado la atención mundial, reabriendo el debate sobre la dificultad de probar delitos sexuales y el equilibrio entre la presunción de inocencia y la protección de las víctimas en el sistema judicial español. Mientras tanto, el brasileño, que no se ha pronunciado aún, recupera su libertad plena tras un proceso que marcó un antes y un después en su vida y carrera.