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domingo, 18 mayo,2025

Santa Cruz es un cochinal

Filas de contenedores y suciedad por todas partes despiertan la indignación de los vecinos.

Santa Cruz es un cochinal, una vergüenza. Una ciudad que se distinguía y presumía de su limpieza es hoy una urbe sucia, llena de contenedores de basura que a veces se rebosan e incapaz de absorber el desarrollo de la actividad gastronómica y de ocio que se ha originado en la capital tinerfeña en los últimos años.

Filas interminables de contenedores, depósitos diferenciados de residuos que ocupan gran cantidad de espacio urbano y una falta absoluta de respeto hacia el ciudadano, que ve como la urbe en la que vive se envilece con los depósitos de basura, en muchas ocasiones rebosados, lo que da lugar a la presencia de roedores del tamaño de gatos. Mucho peor que Nueva York.

La que un día fue catalogada por la opinión pública como la ciudad más bella del Atlántico se ha convertido en una especie de urbe marroquí, sucia, destartalada y llena de residuos en las calles, sin que al Ayuntamiento parezca importarle un pimiento la situación. A ello hay que añadir las obras interminables en la zona del Toscal.

¿Esto que es, un contenedor o un apartamento de alquiler vacacional?

Repetimos aquí, en portada, la foto que nos envía un lector y que publicamos en Pipol del desfile de modas de los contenedores en la calle Numancia, que restan aparcamientos y que ofrecen una visión deleznable de lo que es una ciudad moderna. Y también otro contenedor enorme, mayor que un piso, que entorpece el tráfico de la calle.

Eso, en contraste con la ciudad de Las Palmas, con el doble de habitantes que Santa Cruz y que resulta mucho más limpia y ordenada. Y no digamos el tráfico, que se hace insufrible en ocasiones, sin aparcamientos suficientes, sin edificios diseñados para que los furgones puedan maniobrare en la carga y descarga y los coches de pasaje dejar a sus ocupantes con comodidad, sin necesidad de parar todo el tráfico ciudadano. Ni siquiera a los edificios nuevos se les exigen estas características.

¿Ustedes creen que hay derecho a estropear de esta manera una ciudad?

Los vecinos están indignados, aunque su cabreo, por lo inútil, les prive de manifestar públicamente su desencanto con las autoridades municipales, que no hacen nada por evitar este espectáculo deplorable. No sólo es la segunda ciudad con los habitantes más antipáticos de España (según las encuestas) sino también la más sucia. ¿Y quieren abrirla al turismo? Mucho hotel nuevo y mucho restaurante con estrellas Michelín y citas en revistas gastronómicas pero la ciudad es un cochinal. Es verdad también que el vecindario colabora poco y los restaurantes, menos. Todo al trancazo.

Eloísa Suárez
Eloísa Suárez
Colaboradora de elburgado.com

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