La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado la querella por un presunto delito de prevaricación (dictar, a sabiendas, una resolución injusta) que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interpuso contra el juez que investiga a su mujer, Begoña Gómez, y le citó a él como testigo en La Moncloa, el magistrado Juan Carlos Peinado.
El TSJM no sólo rechaza por unanimidad la querella sino que uno de sus magistrados, Jesús María Santos Vijande, ha dictado un voto particular con la propuesta de multar a Sánchez por abuso del derecho o mala fe procesal y proponiendo una multa al presidente del Gobierno. Este voto no será atendido por el tribunal. La multa hubiera podido oscilar entre 120 y 6.000 euros.
El TSJM indica que la utilización por Sánchez de la Abogacía del Estado para defender la querella es, cuanto menos, “extravagante”. Pero es que así se ahorra los servicios de un abogado particular y somos todos los españoles quienes les pagamos el abogado. La caradura de este individuo no conoce límites.
Otro intento de Sánchez de apartar al juez Peinado de la instrucción sobre el caso de su mujer, investigada por varios delitos relacionados con la corrupción, ha quedado desmantelado por los tribunales.
El juez seguirá adelante con la instrucción, avalada además por la Audiencia Provincial de Madrid y el caso Begoña continúa vivo en el tribunal de instrucción madrileño, ya que la imputada no cuenta con ningún tipo de aforamiento.