La Audiencia Provincial de Madrid ha archivado provisionalmente la causa contra el productor musical Nacho Cano por presuntas irregularidades en la contratación de becarios mexicanos para su musical Malinche, al considerar que no existen indicios suficientes de delitos como tráfico ilegal de personas o vulneración de derechos laborales. La decisión, tomada por la Sección Primera del tribunal, estima parcialmente el recurso de Cano y tres de sus colaboradores, corrigiendo a la jueza instructora del Juzgado de Instrucción número 19, Inmaculada Iglesias, cuya investigación fue calificada de “excesivamente prolija” y “prospectiva” por los magistrados.
El caso, que comenzó con la denuncia de una becaria mexicana en 2024, investigaba si Cano y su equipo trajeron a España a 17 jóvenes desde México bajo la fachada de un programa de formación, cuando en realidad habrían trabajado en el musical en condiciones irregulares. La Audiencia concluye que los becarios ingresaron legalmente como turistas y solicitaron visados de estudiantes, un procedimiento que, aunque “no poco común”, está respaldado por la normativa europea (Directiva UE 2016/801). Además, el tribunal avala el segundo informe de la Inspección de Trabajo, que descartó una relación laboral encubierta, señalando que los jóvenes recibieron asignaciones para gastos (300-500 euros mensuales) y no un salario, y que sus horarios, aunque intensos, no fueron abusivos para un musical.
Cano, quien fue detenido brevemente en julio de 2024 y ha defendido que el caso era una “persecución política” por su apoyo a Isabel Díaz Ayuso, anunció desde México su intención de presentar una “querella espectacular” contra la jueza Iglesias por las 11 horas de “acoso” a los becarios durante la investigación. Ayuso, por su parte, comparó el proceso con una “censura” peor que en la dictadura franquista, exigiendo que “España tome nota” para evitar futuros ataques a figuras culturales por motivos políticos.
La resolución no admite recurso, pero el sobreseimiento es provisional, dejando abierta la posibilidad de reabrir el caso si surgen nuevas pruebas. Mientras tanto, el archivo pone fin a un episodio que ha polarizado opiniones, con Cano celebrando la decisión como una victoria frente a lo que califica de “injusticia orquestada”.