Un avión Embraer ERJ-190AR, matrícula 4K-AZ65, de la compañía Azerbaijan Airlines, que llevaba a bordo 68 personas, se estrelló en la localidad de Aktau, en Kazajistan, con un saldo de 38 muertos y 30 heridos, que sobrevivieron milagrosamente. La mayoría de los supervivientes han sido hospitalizados y el resto tratados ambulatoriamente.
El aparato cubría el vuelo J2-8243 entre Bakú, la capital de Azerbayán, y la localidad chechena de Grozni. Los supervivientes del avión viajaban en asientos de la zona de cola del aparato.
Hemos podido reunir las impactantes imágenes, tomadas desde tierra, de la trayectoria del avión, que solicitó permiso para aterrizar en otros aeropuertos más cercanos que el de Aktau, pero no le fue concedido, al parecer por causas meteorológicas muy desfavorables.
Las autoridades de Ucrania han advertido de un más que probable ataque –al parecer involuntario– de la artillería rusa como causa del accidente. El fuselaje del avión había recibido impactos de munición antiaérea, como puede fácilmente comprobarse en los restos que cayeron a tierra.
Antes de aterrizar en su destino, el aeropuerto de Grozni, el avión dio media vuelta y voló hacia el Mar Caspio, rumbo a Kazajistán, donde realizó el aterrizaje de emergencia. La razón del cambio de ruta estriba en que, justo antes de iniciar el comandante la aproximación a Grozni, en Chechenia, fue emitida una alerta de ataque aéreo como consecuencia de la presencia en la zona de un dron kamikaze, de origen desconocido. Las defensas rusas abrieron fuego contra el dron y probablemente alcanzaron al avión civil.
La sección de cola del Embraer presenta impactos de metralla, característicos de un sistema de defensa aérea de misiles tipo Manpads. Algunos supervivientes hablan hasta de tres explosiones en el exterior del avión y hemos podido recoger videos grabados por los pasajeros que salieron con vida del accidente. Algunos de ellos relataron a los periodistas cómo sus chalecos salvavidas fueron traspasados, incluso, por la metralla.
En una grabación tomada por uno de los pasajeros, todavía en vuelo, se muestran daños en el exterior del avión, concretamente en su ala izquierda, y también daños en el interior del aparato. Posiblemente estaban volando con la cabina despresurizada, ya que se habían soltado las máscaras de oxígeno. Se pueden apreciar manchas de sangre dentro de lo que quedó de la cabina de pasajeros.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajistán maneja la cifra de entre 37 y 38 fallecidos y hay hospitalizados 9 pasajeros rusos, 15 azerbayanos y 2 kirguisos.
Las imágenes que hemos podido reunir son impactantes, sobre todo las tomadas desde tierra, en las que se aprecia los cambios de altura del avión, que primero cae bruscamente, luego logran estabilizarlo y cómo intentan los pilotos el aterrizaje de emergencia, posiblemente sin capacidad para activar los flaps y timones y perder velocidad y con los trenes delantero y trasero en posición de aterrizaje. Una auténtica tragedia.