Las autoridades francesas han detenido a más de 20 personas en relación con una serie de secuestros y tentativas de secuestro dirigidos a empresarios y familiares vinculados al sector de las criptomonedas. Estos incidentes, que incluyen casos de violencia extrema como mutilaciones y torturas, han generado preocupación tanto en la industria como en el gobierno francés.
En los últimos meses, Francia ha sido escenario de al menos tres intentos de secuestro y varios raptos consumados contra individuos relacionados con las criptomonedas. Uno de los casos más notorios ocurrió en París, donde la hija embarazada de Pierre Noizat, fundador de la plataforma de intercambio de Bitcoin Paymium, fue atacada en plena calle por hombres encapuchados que intentaron introducirla en una furgoneta. Gracias a la intervención de transeúntes, el intento fue frustrado.
Otro caso alarmante involucró al padre de un empresario cripto, quien fue secuestrado y mantenido cautivo durante dos días. Durante su cautiverio, los secuestradores le amputaron un dedo y exigieron un rescate de entre 5 y 7 millones de euros. La víctima fue rescatada por la policía en una operación que resultó en la detención de siete sospechosos.
Además, en enero, David Balland, cofundador de la empresa de seguridad de criptoactivos Ledger, y su pareja fueron secuestrados y torturados. Balland también sufrió la amputación de un dedo, y los secuestradores exigieron un rescate de 10 millones de euros. Ambos fueron liberados tras una operación policial que culminó con la detención de varios implicados.
Ante esta escalada de violencia, el gobierno francés anunció la creación de un grupo de trabajo con actores de la industria de las criptomonedas para diseñar un plan de acción que eleve el nivel de seguridad en el sector . Sin embargo, figuras prominentes del ámbito cripto han criticado la respuesta gubernamental, calificándola de insuficiente. Pierre Noizat expresó su frustración por la «inacción» del gobierno tras el intento de secuestro de su hija.
Expertos en seguridad advierten que estos ataques, conocidos como «wrench attacks», representan una nueva amenaza donde los delincuentes utilizan la violencia física para obtener acceso a las carteras digitales de las víctimas, en lugar de recurrir a métodos cibernéticos.
Las fuerzas de seguridad continúan investigando posibles conexiones entre los distintos casos y no descartan la existencia de una red criminal organizada que opera a nivel nacional o incluso internacional. Se están implementando nuevas medidas de seguridad, incluyendo sesiones informativas para ejecutivos del sector y entrenamiento especializado para las fuerzas del orden.
Este aumento de la violencia ha generado un clima de temor entre los empresarios y figuras públicas del mundo de las criptomonedas en Francia, quienes ahora consideran medidas adicionales para protegerse a sí mismos y a sus familias.