La actriz Elisa Mouliaá acudió este viernes a los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid para entregar su teléfono móvil al juez Adolfo Carretero, quien investiga la presunta agresión sexual que denunció contra el exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón. La entrega del dispositivo, ordenada por el magistrado para analizar las conversaciones entre ambos, tuvo lugar a las 11:00 horas, mientras que Errejón, también citado, no se presentó y comunicó a través de su defensa que esperará a que la Audiencia Provincial de Madrid resuelva su recurso contra la medida, lo que ha generado malestar en el juzgado.
Mouliaá, acompañada de su abogado Alfredo Arrién, cumplió con el requerimiento judicial sin restricciones, facilitando incluso el PIN de su teléfono para permitir el volcado de los mensajes. “No tenemos nada que ocultar. En mi móvil están todas las conversaciones que delatan que no hubo consentimiento y que hubo agresión”, afirmó la actriz a la salida, visiblemente frustrada tras calificar la situación como “el día de la marmota”. Según explicó, ya había intentado entregar su dispositivo el pasado 13 de marzo, pero problemas técnicos en el juzgado lo impidieron. Arrién añadió que el análisis tomará entre tres y cuatro días, y destacó que Mouliaá aportó “conversaciones susceptibles de ser relevantes para la instrucción”.
Por su parte, Errejón, quien debía comparecer a la misma hora, optó por no entregar su teléfono ni asistir al juzgado. Su letrada, Eva Gimbernat, presentó un escrito argumentando que el exdiputado “no conserva el dispositivo que tenía el 8 de octubre de 2021” –fecha de la presunta agresión–, y que ya aportó todas las conversaciones con Mouliaá mediante acta notarial al inicio de la investigación. La defensa insiste en que, dado que Mouliaá reconoció haber borrado mensajes, el análisis debe centrarse en el terminal de la actriz, y sostiene que el recurso interpuesto contra el volcado del móvil de Errejón –por considerar que vulnera su derecho a la intimidad– debe resolverse primero.
La decisión de Errejón ha generado críticas y tensiones. Mouliaá expresó su indignación ante los medios: “No ha dado la cara una vez más, y el juez se ha molestado”. El abogado de la actriz coincidió, señalando que la ausencia del exdiputado “no ha sentado nada bien” al magistrado. Además, la Asociación Defensa Integral de Víctimas de Delito Especializada, que ejerce la acusación popular, ha solicitado ampliar la investigación contra Errejón por un posible delito de desobediencia, alegando que su negativa constituye una “desobediencia judicial clara y contumaz”.
El caso, que se remonta a una denuncia presentada por Mouliaá en 2024 por una presunta agresión sexual ocurrida en 2021, sigue generando controversia. La actriz afirmó hoy que en su teléfono hay pruebas clave, incluyendo una conversación con su amiga Jana donde describió cómo Errejón la “invadió y acosó” aquella noche, así como intercambios con otros testigos. Por el contrario, Errejón ha sostenido que los hechos denunciados ocurrieron con consentimiento y ha cuestionado la veracidad de la acusación, aportando pantallazos de chats posteriores que, según él, muestran una relación cordial.
El juez Carretero había dado un plazo inicial de cinco días en marzo para la entrega de ambos dispositivos, pero el proceso se retrasó por el recurso de Errejón y las dificultades técnicas con el móvil de Mouliaá. Ahora, con el teléfono de la actriz en manos de la Policía Nacional, el análisis de las conversaciones podría arrojar luz sobre las discrepancias entre las versiones de ambos. Mientras tanto, la resolución del recurso de Errejón por la Audiencia Provincial será clave para determinar si su móvil también será examinado o si la investigación seguirá adelante sin él.