El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha izado la bandera roja para daltónicos, referida a Playa Jardín, aunque sólo en la red social Instagram, y ha publicado un aviso de que la zona sigue sin reunir los parámetros óptimos para el baño. Esta bandera fue usada por primera vez en Santiago del Teide (Tenerife) y luego ha sido adoptada por diversos ayuntamientos en España para lanzar una señal de peligro.
El Ayuntamiento dice en Instagram que: “Rogamos a toda la población que evite bañarse en dicha playa. La salud de todos es nuestra prioridad y, por ello, todas las instituciones continuamos trabajando en la solución de esta compleja situación que afecta a nuestro municipio”.

La bandera roja con la mancha negra en el centro es la única señal en el mundo adaptada para personas que sufren daltonismo o discromatopsia y para que puedan distinguir el estado del mar. Aunque la bandera, al parecer, no fue izada físicamente en Playa Jardín, donde sólo está presente el cartel que publicamos en esta edición y que desaconseja el uso de la playa, pero no lo prohíbe explícitamente. Sí indica que la calidad del agua es insuficiente para el baño.
Si esa bandera roja fuera colocada físicamente en la zona tendrían que multar a los bañistas que frecuenten la playa, que es lo que quiere evitar el Ayuntamiento, aunque estos usuarios se exponen a contraer infecciones si utilizan la playa. Incluso una sepsis que puede acabar con la vida de las personas.
El Ayuntamiento portuense está muy preocupado por lo que ocurre en Playa Jardín, las obras para la reparación del emisario submarino son difíciles de ejecutar y aún no hay plan para la ampliación de la depuradora.
La Asociación Canaria de Consultores Medioambientales cree que hacen falta 32 millones de euros para lograr el saneamiento integral de las aguas negras procedentes del Puerto de la Cruz, de La Orotava y de Los Realejos. Estas obras de la depuradora, que no han comenzado, tendrán una duración de unos cuatro años. Será costeada por el Cabildo y los ayuntamientos involucrados.
Asimismo preocupan las conexiones clandestinas de algunas urbanizaciones a la red de saneamiento, lo que ha desbordado la capacidad de la estación depuradora de Punta Brava para tratar los vertidos.
Como pueden ver, la situación contaminante en el litoral portuense es muy complicada y está provocada el resultado de años y años de inacción ante el crecimiento poblacional del Valle de la Orotava, que ha sido enorme en los últimos años.
La bandera roja con la mancha en el centro está colocada desde ayer en Playa Jardín. La gente bañándose, incluso niños, y en el tiempo que estuve en la playa, nadie acudió a advertirles que el baño está prohibido. La bandera roja es de prohibición, no de recomendación. Irresponsabilidad máxima