Los datos sonrojan. La diputada del común, la portuense Lola Padrón, miembro del PSOE, gana, a partir de enero pasado, 87.729,46 euros al año, cuando el anterior ocupante del puesto, Rafael Yanes, también socialista, percibía 65.421,22 euros. Esta información rectifica, a la baja en su caso, y complementa, los datos que ofrecíamos ayer, que eran parecidos, y que había publicado Mírame TV.
La nueva titular de la Diputación del Común ve aumentado este año, pues, su sueldo en más de 22.000 euros. Datos del Parlamento de Canarias.
Todo un disparate, sobre todo teniendo en cuenta que el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, recibe al año 76.823 euros. La retribución del presidente ha sido congelada para este año, con relación al anterior, por decisión propia, así como la de otros presidentes autonómicos, como Isabel Díaz Ayuso.
El auténtico botín se lo reparten también los adjuntos, que son tres, que percibe cada uno 83.342,99 euros, mientras que hay un funcionario que percibe el disparate de 92.677,02 euros al año. El secretario general roza los 80.000 euros, concretamente 79.175,84.
La Diputación del Común se ha convertido en un nido de enchufados. Para personal eventual se destinan 910.220 euros, lo que supone un aumento de casi 30.000 euros con relación al año pasado y para “otras remuneraciones” poco definidas del presupuesto se destinan 254.819 euros. A saber lo que meten ahí.
El conductor/ordenanza de Lola Padrón, que tampoco debe trabajar mucho si su jefa no lo hace, gana la cantidad de 35.962, 92 euros al año y hay tres plazas para esas funciones; y el jefe del Gabinete, 58.172,10 euros. Existen plazas para once asesores (¿), que reciben 58.172,10 euros al año cada uno. Otro de ellos, 43.084,26. El habilitado tiene un sueldo total de 57.448,96 euros al año y el auxiliar del Gabinete de la diputada del común, 43.084,26 euros.
Si ustedes se preguntan dónde van a parar nuestros impuestos, ahí lo tienen. La Diputación del Común, al menos hasta ahora, no se ha distinguido por su eficacia, ni por resolver los problemas de los ciudadanos. Y su nueva titular no es que sea un dechado de laboriosidad, como no lo fue en la Oficina del Gobierno de Canarias en Madrid –también con coche y chófer y sueldazo—, ni tampoco en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, donde se le consideraba una alcaldesa más bien flojita durante los cuatro años que se mantuvo en el cargo. También ha sido parlamentaria, sin que haya destacado tampoco por los sudores (por trabajo) sufridos en el escaño.
Esta subida de sueldo tiene características de un escándalo absoluto y, además, sin sentido alguno. La Diputación del Común se supone que debe tramitar –y en lo posible resolver— las quejas que presentan los ciudadanos, defendiéndolos ante la actuación de los organismos públicos.
Pero no da una en el clavo. No sirve para nada, ni ninguno de los políticos que han ocupado el cargo, que se sepa, ha resuelto prácticamente nada a los que se quejan, por ejemplo, de las Urgencias del HUC, de la falta de camas en la sanidad canaria para crónicos, de que hay 700 personas sanas y ancianas abandonadas en los hospitales porque sus familiares no las van a recoger, porque son dependientes, ocupando camas que necesitan los enfermos de verdad. Vergüenza debería de dar a esta institución completamente inútil.
Tampoco hace mucho, que digamos, en el ámbito nacional, el defensor del pueblo, cargo que ocupa actualmente el hermano ex fraile del locutor de la SER, Iñaki Gabilondo, el del micrófono abierto con Zapatero que lee manifiestos en las manifestaciones multitudinarias. Todos socialistas, incluido el actual ocupante del cargo, Ángel Gabilondo. Una buena persona, pero con un cero rotundo en eficacia.