Lo peor de un país corrupto es que el 50% del mismo, más o menos, lo tolere. Es decir, la corrupción sale por los poros del Gobierno de España y del Partido Socialista pero el sábado se celebra el 41º congreso del PSOE y le van a aplaudir a quien está liderando todo un movimiento de colonización espuria de las instituciones y cuyos familiares y amigos se enriquecen desde el Estado. Oiga, ¿esto qué es? ¿Cómo puede medio país caer en la imbecilidad colectiva, en tal despropósito? ¿Cómo puede un servidor público errático ser aclamado en su incompetencia para gobernar al país y en su habilidad interesada de destruir a un partido en otro tiempo serio? Pedro Sánchez arruina todo lo que toca y ha hecho de España un guiñapo. Ha hecho de España una nación corrupta, con su bendición, denunciada ya por muchos partidos, políticos y medios de comunicación. Abres la mayoría de los medios digitales y te asustas. Escuchas la mayoría de las emisoras de radio y se te ponen los pelos de punta. Unas veces parece que estamos presenciando luchas tribales africanas, otras enfrentamientos de ejércitos de Pancho Villa de Latinoamérica. Y en el centro de todo, Sánchez, que hace tiempo que no puede salir a la calle porque lo abuchean y le tiran palos de escoba y ha perdido el contacto con la realidad. ¿Nos acabará aburriendo? ¿Se saldrá con la suya a fuerza de su cinismo impresentable o del hastío de la población de leer y escuchar siempre lo mismo? Ayer salió a la luz que el instructor del Supremo ha pedido a la Seguridad de la Fiscalía General del Estado que custodie los videos de las cámaras del patio de esa sede por si García Ortiz y su número 2, precisamente la fiscal que actúa en la causa del jefe en el Supremo, manipularon un móvil mientras la Guardia Civil registraba el despacho del titular de la Fiscalía General. Pero, ¿he leído yo bien o me he equivocado de periódico y de país? Lo ha denunciado una independiente asociación de fiscales, personada en la causa. Dios mío, qué vergüenza y a dónde hemos llegado, quizá demasiado lejos, quizá todavía Europa no se ha enterado lo que está pasando en España o quizá España ya le importa un carajo a todo el mundo. Nos creemos grandes, pero somos una insignificancia y el país más corrupto de Europa. Ojo, aquí no hay exclusividad en lo que respecta a la indecencia. Porque también al PP habría que echarle de comer aparte. Y no digamos a los partidos Frankenstein. Basura.
lunes, 23 junio,2025