Cámbiate de calcetines, Paco

La Universidad de La Laguna ha cumplido un hito histórico: ha roto relaciones con las universidades de Israel, como respuesta a las actuaciones israelitas en la franja de Gaza, tras el ataque con rehenes perpetrado por la organización terrorista Hamás. Muchos de estos rehenes israelitas han sido torturados y asesinados, otros han logrado ser rescatados y docenas de ellos permanecen desaparecidos. El rector de la Universidad de La Laguna, que capitanea su equipo directivo, es Francisco Javier García Rodríguez. Casi nadie lo conoce, pero tiene una manera singular de vestir. Usa terno gris y calcetines blancos, lo que le da aspecto de tener los pies enyesados, que ni Dios lo quiera. Con una pinta como la que describo y un equipo universitario que es capaz de redactar una nota rompiendo relaciones con las universidades israelíes, me da que los magos peludos se han apoderado del primer centro docente de la provincia y que la ULL no respeta ni la pluralidad, ni la historia, ni siquiera el sentido común. Se podrán cuestionar los métodos de Israel empleados en sus defensas y ataques, pero que un centro docente como el de La Laguna, absurdamente politizado, no rompa con Rusia por el genocidio de Ucrania y rompa con Israel por responder –puede que con desproporción– a un ataque despiadado de Hamás, clama al cielo. El rector seguramente no ha estado en Gaza. Yo sí. Yo he visto cómo Hamás, con dinero de Irán, puñados y puñados de dólares, adoctrinaba y premiaba la fidelidad de la población de Gaza. En cada esquina. Y, desde la otra parte, Rusia unta a Hizbolá, otro grupo terrorista, partiendo del Líbano. Y matan a cientos de israelitas. Cuento esto por si los miembros del equipo rectoral no se han estudiado bien lo que pasa allí. El rector que viste calcetines blancos, yesos, lo que debería hacer es mantenerse neutral y no hacer el ridículo. ¿Qué pasa, que los que no piensan como ellos no pueden asistir a las clases en la ULL? Una vez, los chancletas de los concejales de La Laguna mandaron un telegrama a Breznev, felicitándolo por un aniversario de la revolución bolchevique. Dicen que Breznev no durmió esa noche, del llanto. No utilicen nuestra universidad para defender sus ideas. Y cámbiate de calcetines, Paco.