Un jurado en el estado de Georgia, Estados Unidos, ordenó este viernes 21 de marzo de 2025 a Bayer, la gigante farmacéutica y biotecnológica alemana, a pagar una suma de 2,100 millones de dólares a un demandante que alega que el uso prolongado del herbicida Roundup, fabricado por su filial Monsanto, le causó cáncer. La sentencia, que incluye 65 millones en daños compensatorios y 2,000 millones en daños punitivos, marca una de las mayores condenas individuales en la larga saga de litigios que enfrenta la compañía desde que adquirió Monsanto en 2018 por 63,000 millones de dólares.
El demandante, cuya identidad no ha sido revelada públicamente, afirmó haber desarrollado linfoma no Hodgkin tras años de exposición al glifosato, el ingrediente activo de Roundup, un producto ampliamente utilizado en jardinería y agricultura. Este veredicto se suma a una serie de derrotas legales para Bayer, que ha perdido varios casos en tribunales estadounidenses, incluyendo uno en enero por 2,250 millones (reducido luego a 400 millones) y otro en noviembre de 2024 por 1,560 millones (ajustado a 611 millones). Aunque la empresa ha ganado 11 de los últimos 18 juicios, las cuantiosas multas acumuladas superan los 4,000 millones de dólares en casos recientes.
Bayer expresó su desacuerdo con el fallo, argumentando que contradice la «abrumadora evidencia científica» y el consenso de organismos reguladores globales, como la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., que consideran el glifosato seguro para el uso humano. La compañía anunció que apelará la decisión, confiando en que los tribunales superiores reducirán o anularán la sanción, como ha ocurrido en casos previos donde las indemnizaciones se han recortado hasta en un 90%. Mientras tanto, enfrenta aún unas 58,000 demandas pendientes relacionadas con Roundup en todo el país.
El caso resalta las persistentes controversias sobre la seguridad del glifosato, clasificado como «probablemente cancerígeno» por la Organización Mundial de la Salud en 2015, aunque otros estudios lo han considerado no concluyentes. Este nuevo golpe legal llega en un momento en que Bayer ha amenazado con retirar Roundup del mercado estadounidense si no se refuerzan las protecciones legales contra este tipo de litigios, una presión que ha dirigido recientemente a legisladores en Washington. El desenlace de esta batalla judicial podría tener implicaciones significativas para la industria de los herbicidas y la regulación de productos químicos en el futuro.