No sé si eso que llaman el aparato del partido dejará crecer mucho a Ayuso, pero será ella la que haga el trabajo –limpio— de acabar con Sánchez y con García Ortiz. Además de con otros adversarios menores.
La auténtica obsesión de Sánchez y de su mariachi es la presidenta de la Comunidad de Madrid. No resisten que a Sánchez lo abucheen y a ella la aplaudan cuando salen a la calle, no resisten que haya convertido a Madrid en lo que debería ser toda España, detestan que una mujer inteligente y capaz, a la vez que bien asesorada, dirija con guante de seda la que es hoy comunidad más próspera del Estado.
Ayuso también tiene enemigos dentro de su partido, lo mismo que Cayetana Álvarez de Toledo, un modelo de coherencia, de cultura y de erudición. Pero la presidenta de Madrid sigue adelante, sin importarle nada, eludiendo las críticas y demostrando su honestidad.
Ayer, en la Asamblea de Madrid, llamó a García Ortiz caradura y fiscal sin honor ni prestigio. Fue un discurso durísimo, tímidamente protestado por los socialistas de la Asamblea y otros más a la izquierda, como si ellos tuvieran la obligación de amparar al defensor de la legalidad, cogido en un renuncio. Así sólo demuestran que PSOE (Sánchez) y Fiscalía General son lo mismo. ¿O no?
Y, qué casualidad, el fiscal general ha sido cogido en un renuncio en el afán de La Moncloa y de las instituciones colonizadas por atrapar a Ayuso, valiéndose de los cargos y de sus ocupantes, que se atreven incluso a vulnerar el principio de imparcialidad debido a un fiscal y más a un fiscal general del Estado. García Ortiz se fue de la lengua para agradar a su jefe, en el asunto del novio de Ayuso con Hacienda. ¡Qué vergüenza!
Ayuso les está ganando la batalla, porque es una mujer sin miedo, una mujer que sabe que tiene que ser ejemplar en el desempeño de su cometido político, una mujer sin complejos y que ha sabido sintonizar con la gente aplicando la lógica a su labor de todos los días. Es una futurible para el Gobierno de España, porque yo no dudo de que cuando la oposición retorne al poder, más pronto que tarde, ella será una pieza clave en un Gobierno de centro-derecha. Madrid ya le queda pequeño. Eso, si no se desatan las envidias en el PP, que todo es posible.
Sánchez no duerme pensando en Ayuso. Quizá también le quiten el sueño otras cuitas, como las de su mujer y su hermano, Ábalos, Koldo, Aldama, etcétera, pero él sabe que quien se las canta como nadie es esta mujer joven, con empuje y cargada de lógica, que sabe gobernar, que es cercana, simpática y querida por su gente. Y que es capaz de decirle a un fiscal, al que no echan ni con agua caliente, que es un caradura y que no tiene ni honor ni prestigio.