El fabricante alemán de automóviles, filial del Grupo Volkswagen, ha anunciado este lunes 17 de marzo de 2025 un plan para reducir hasta 7,500 puestos de trabajo en Alemania de aquí a finales de 2029. La medida, acordada tras intensas negociaciones entre la dirección y los representantes laborales, busca ahorrar aproximadamente 1,000 millones de euros anuales a mediano plazo, en respuesta a los crecientes desafíos económicos y competitivos que enfrenta la industria automotriz europea.
La reestructuración se centrará principalmente en áreas administrativas y de desarrollo, dejando intactas las líneas de producción, y se llevará a cabo de manera «socialmente responsable», evitando despidos forzosos hasta 2033 gracias a una extensión del acuerdo de seguridad laboral. A pesar de los recortes, Audi planea invertir 8,000 millones de euros en sus plantas de Ingolstadt y Neckarsulm durante los próximos cuatro años, con un enfoque en la transición hacia la movilidad eléctrica y la producción de un nuevo modelo eléctrico de entrada.
El anuncio llega en un contexto difícil para Audi, que en 2024 vio caer sus ventas de vehículos eléctricos en un 8% (164,000 unidades) y cerró su planta en Bruselas, eliminando 3,000 empleos. La empresa enfrenta una demanda de vehículos eléctricos más débil de lo esperado, una feroz competencia de marcas chinas y condiciones económicas adversas. Este recorte se suma a los 35,000 empleos que Volkswagen, su matriz, planea suprimir en Alemania hasta 2030, reflejando una crisis más amplia en el sector automovilístico alemán.
El presidente del consejo de trabajadores, Joerg Schlagbauer, destacó que las negociaciones lograron reducir una propuesta inicial de 12,000 despidos, mientras que el director ejecutivo, Gernot Döllner, subrayó la necesidad de hacer a Audi «más ágil y eficiente» para garantizar su competitividad. Aunque el plan incluye medidas como la reincorporación de 1,000 empleos previamente externalizados, la noticia ha generado preocupación sobre el futuro del empleo en la industria automotriz germana, en medio de una transición incierta hacia la electrificación.