La empresa española Atrys Health, especializada en prevención, diagnóstico y oncología, ha apartado a su presidente, Santiago de Torres, y a su CEO, Isabel Lozano, tras un escándalo destapado por ABC que reveló presiones a oncólogos para evitar la prescripción de tratamientos costosos contra el cáncer. El consejo de administración anunció este miércoles el nombramiento de Marian Isach, hasta ahora directora de la división de oncología, como nueva consejera delegada, mientras De Torres pasará a ser presidente no ejecutivo y Lozano permanecerá como consejera no ejecutiva.
La controversia, que salió a la luz en marzo de 2025, involucró a Atrys Health y su filial Bienzobas, acusadas por oncólogos de ejercer presión para reducir costes mediante la recomendación de terapias más baratas, incluso cuando tratamientos más caros, comunes en la sanidad pública, eran considerados más adecuados. Los médicos denunciaron que debían solicitar autorización a un «asesor oncológico» de Atrys, quien frecuentemente desaconsejaba los fármacos más costosos, según informes de 2023 y 2024. Esto generó críticas sobre la posible priorización de beneficios económicos sobre la calidad del tratamiento, especialmente para pacientes de aseguradoras como Muface.
A pesar de que Atrys negó las acusaciones, defendiendo que la decisión final recaía en los médicos y que su labor buscaba la «sostenibilidad» del sistema, la presión pública llevó a este relevo generacional, iniciado como parte de un plan de sucesión desde marzo de 2024. Sin embargo, la designación de Isach ha sido cuestionada, ya que ella lideraba la división de oncología durante el periodo de las supuestas prácticas, lo que ha generado escepticismo entre pacientes y profesionales sobre un cambio real en las políticas de la empresa.
Atrys, que factura un 11% más en el primer trimestre de 2025, enfrenta ahora el desafío de restaurar su reputación mientras lidia con márgenes bajo presión en su división de oncología, que gestiona 46 servicios y 3 centros de radioterapia. La empresa, controlada en un 46% por cinco de las mayores fortunas españolas, incluyendo a José Elías, deberá demostrar que puede equilibrar sostenibilidad financiera con estándares éticos en un sector tan sensible como la oncología.