El líder de Vox, Santiago Abascal, llamó ayer a Sánchez “puto ladrón”, tras la intervención del presidente del Gobierno en el instituto Cervantes, rodeado de sus ministros y de personajes afines, en la que anunció una subida de impuestos para los que “tienen en el banco dinero para vivir cien vidas”.
Supongo que lo que provocará su sentencia “más transporte público y menos Lamborghinis” será que las grandes fortunas se marchen del país, las grandes empresas también y que los ciudadanos con mayor capacidad adquisitiva, que ya soportan la mayor presión fiscal de toda Europa, hagan lo propio.
Sánchez se desbocó en el Instituto Cervantes, anunciando una subida de impuestos “para proteger a las clases medias”, precisamente la clase que el PSOE y el PP se han cargado con sus elevados impuestos, la izquierda para cubrir su disparatado gasto público y la derecha para “salvar” a España de las sucesivas “herencias” socialistas, que es lo que dicen siempre sus dirigentes.
Abascal indicó, tras conocer el contenido del discurso de Sánchez: “El PSOE dice de él que es el puto amo, pero lo que es Sánchez es un puto ladrón”. Y añadió, todo ello en la red X, que “el tirano, mentiroso y ladrón no está contra los Lamborghinis ni los Falcon, sino contra los diésel de los trabajadores”, ha sentenciado Abascal.
El líder de Vox ha sido durísimo con el presidente del Gobierno, de quien ha dicho que “además de lo que han robado su familia y su partido está robando con más impuestos el dinero que necesita para pagar sus cohechos”.
Sánchez no ha podido evitar en su discurso en el Instituto Cervantes sus veladas alusiones a Isabel Díaz Ayuso, que es su auténtica bestia negra y a la que quiere destruir a toda costa, seguramente porque la ve como la futura líder de la derecha española. La presidenta de la Comunidad de Madrid es la destinataria de todas las iras de Sánchez y de sus palmeros, que han intentado atacarla por todos lados, hasta ahora con ningún éxito.
Como se ve, el curso político no puede empezar más violentamente, en un momento en que la oposición ve ”débil” al presidente del Gobierno, al perder su “prestada” mayoría en el Congreso, dada la hostilidad de Junts y las dudas del PNV a seguir apoyándole.