No están en sus cabales

Que el PSOE no está en sus cabales lo demuestran algunas cosas. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, está colocando en julio las primeras luces de Navidad. O Abel Caballero está gagá, o lleva tantos años en el cargo que se ha trastornado por completo. Supongo que no se colocará en la solapa un reno de Laponia, como Trump la bandera de los Estados Unidos. Yo creo que aquí alguien está perdiendo los papeles. Como el fiscal general, con las nalgas ya el banquillo de los acusados por un presunto delito tan grave para un fiscal como es el de la revelación de secretos, y no dimite el tío. Él cree que Sánchez lo apoya por solidaridad y porque cree en su inocencia. Es mentira. A Sánchez, el futuro judicial de García Ortiz le da igual, lo que pasa es que le interesa que siga ahí por los casos de su hermanito y de su mujer y por lo que le pueda caer a él, porque no hay dios que se crea que con su mano derecha en el partido en la cárcel, su hermano y su esposa y sus compis del Peugeot empurados y su cúpula más tocada por la justicia que yo por la economía, él salga incólume del lance. Le va a tocar la lotería, con casi toda seguridad, aunque la pájara –según Sánchez, Margarita Robles— esté diciendo, y diciendo bien, que en España todo el mundo es inocente, mientras no se demuestre lo contrario. O algo así. Margarita es magistrada del Tribunal Supremo y una de las personas sensatas de este Gobierno, donde no hay sino maletas. Y, encima, va Sánchez y la llama pájara, y eso trasciende, y la pájara se tiene que tragar lo de pájara, porque si no coge Sánchez y la cesa de ministra de Defensa y parece que a Margarita se llama mi amor, uno, dos, uno, dos, le gusta más un generalato que un mazo justiciero. Y hablando –más— de García Ortiz, el fiscal sanchista –¿”y de quién depende la fiscalía?”, preguntó el sátrapa una vez y fue captado por un micro–, pues decirles que sus compañeros fiscales, al menos una buena parte, y hasta Page, han pedido que se marche, al menos mientras dure el procedimiento, prevista la vista, valga la redundancia, para otoño o invierno, vaya usted a saber. Ahora, para caradura, el tipo ese de Valencia responsable de solucionar los daños de la dana, que falsificó, por lo que parece, hasta el título de diplomado. Pero, coño, ¿en el PSOE no hay sino falsificadores? El alcalde de Vigo falsifica la Navidad, cabrea a Papa Noel, Sánchez falsifica la tesis doctoral y el de la dana falsifica el diploma de bibliotecario. En Internet compras un título de Harvard por 1.000 euros y en la plaza Garibaldi de México, ya lo dije el otro día, vas a una tiendita y te entregan uno de Princeton por 50 euracos. Yo quiero un Falcon, aunque sea falso, para ir a Lanzarote a ver a Zapatero, que no podrá bañarse este año en la playa de Famara porque han aparecido unos cangrejos azules venenosos que si te muerden en los huevos te los aniquilan. En el caso de Zapatero no sé si moriría el cangrejo. Que, en la Navidad de Abel Caballero, le lleve una cesta de cangrejos azules a Maduro, que también decretó una Navidad en octubre, no hace mucho. Dios los cría y ellos se arrejuntan.