La Asociación Inglesa de Fútbol (FA) anunció este jueves que las mujeres transgénero no podrán participar en competiciones de fútbol femenino a partir del 1 de junio de 2025, tras un cambio en su política motivado por una sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido. La decisión, que afecta tanto a ligas profesionales como amateur, se alinea con un fallo del 16 de abril que definió legalmente a una «mujer» bajo la Ley de Igualdad de 2010 como una persona de sexo biológico femenino, excluyendo a las mujeres transgénero.
La FA, que hasta hace un mes permitía a las mujeres transgénero competir en el fútbol femenino si reducían sus niveles de testosterona a 5 nmol/L durante al menos 12 meses, justificó el cambio tras recibir asesoramiento legal. «Este es un tema complejo, y siempre hemos dicho que revisaríamos nuestra política si había un cambio material en la ley», señaló la FA en un comunicado. La nueva normativa afecta a unas 20 jugadoras transgénero registradas en el fútbol base inglés, según datos de la propia asociación, mientras que no hay mujeres transgénero en el ámbito profesional.
La decisión ha generado reacciones encontradas. Grupos como Sex Matters celebraron la medida, argumentando que protege la equidad y seguridad en el deporte femenino. Fiona McAnena, directora de campañas de Sex Matters, afirmó: «La FA ha tenido evidencia suficiente de los daños causados a mujeres y niñas por permitir que hombres que se identifican como mujeres jueguen en equipos femeninos». Por otro lado, organizaciones como Stonewall y Kick It Out expresaron su preocupación, señalando que la medida podría excluir a personas que solo desean jugar al deporte que aman. «El fútbol es un espacio de conexión y alegría; esta decisión tendrá consecuencias de gran alcance», advirtió Kick It Out.
La FA aseguró que contactará a las jugadoras afectadas para explicarles cómo pueden seguir vinculadas al deporte, ofreciendo incluso sesiones de terapia gratuitas a través de la organización benéfica Sporting Chance. Sin embargo, jugadoras como Natalie Washington, del grupo Football v Transphobia, lamentaron la decisión: «La mayoría no se siente segura jugando en equipos masculinos, así que esto podría significar el fin del fútbol para nosotras».
La medida sigue una tendencia en otros deportes británicos, como el rugby, el críquet y el netball, que también han restringido la participación de mujeres transgénero tras el fallo del Tribunal Supremo. La Asociación Escocesa de Fútbol (SFA) adoptó una política similar esta semana, mientras que la Asociación de Fútbol de Gales (FAW) aún está revisando sus directrices. El debate continúa dividiendo opiniones, con algunos viendo la decisión como un paso necesario para la equidad deportiva, y otros como un retroceso en la inclusión.





