Hasta que llegó el Falcon de la Fuerza Aérea Española al aeropuerto de Maiquetía, Edmundo González Urrutia, presidente electo legal de Venezuela, se encontraba refugiado en la residencia del embajador español, Ramón Santos. Era una posibilidad, que había sido anunciada por elburgado.com. Y en medio de la negociación para el salvoconducto de salida, el inefable José Luis Rodríguez Zapatero, embajador volante de Nicolás Maduro, que esta vez se ha ganado el sueldo que le convertirá muy pronto en uno de los personajes más ricos de España. Pero jamás se comprará un Lamborghini. Ha sido Zapatero, en colaboración con Sánchez, quien ha sacado del país al líder opositor. Le han hecho firmar (las autoridades de Venezuela) un documento que al parecer dice dos cosas: que nunca más entrará en política y que renuncia a una hipotética presidencia. La estrategia es muy del estilo de Sánchez, que se vale de su sicario Zapatero para consumar el plan. Ante la oposición venezolana, ambos quedan como felones del régimen de Maduro. Y Edmundo González Urrutia, al que iba a matar Maduro, no lo duden, ya no es el ganador porque tampoco es un héroe. Ha cambiado su vida por el exilio español, porque nada vale más que una vida. A Maduro se le quita un peso de encima, la oposición resulta vencida y será María Corina Machado, con quien tampoco se duda de que pueda haber una negociación, la que se quede de momento en Venezuela, pero con un pie en el exilio, probablemente colombiano, o por qué no, español. El Falcon 900 de la Fuerza Aérea Española llegó el viernes a Caracas y su tripulación, cuatro pilotos militares y una azafata de vuelo, esperó en un hotel a que el matrimonio González –Edmundo y Mercedes— tuvieran en sus manos los salvoconductos para salir del país. Sus hijas ya están en España. Al aeropuerto acudieron en automóviles de la Embajada de España. A la vuelta deberá el Falcon hacer escala en la República Dominicana y en la base portuguesa-americana de Lajes, ya que la autonomía del aparato, que puede transportar 19 personas, es de 6.000 kilómetros. Aterrizará en España (base aérea de Torrejón de Ardoz) sobre las cinco de la tarde. Ha sido Zapatero quien ha negociado directamente con Maduro –con la anuencia de Pedro Sánchez– la salida de Edmundo González de Venezuela. A cambio de cuánto, no se sabe, pero el secreto estaba entre Sánchez, Zapatero, Albares y unos pocos más. Se querían evitar filtraciones y se consiguió. Ahora Maduro tendrá menos presión internacional y habrá menos prisas a la hora de condenar sus crímenes. La denuncia presentada por 31 expresidentes latinoamericanos por crímenes de lesa humanidad será resuelta con más calma por la Corte Penal Internacional. Un triunfo del chavismo, que gana tiempo, ¿con la colaboración de quién? De sus admiradores españoles. Ahora presumirán Zapatero y Sánchez de que le han salvado la vida al presidente electo, González Urrutia. Y a lo mejor es verdad. Pero Maduro seguirá ejerciendo su dictadura feroz y además burlándose del que ha huido. Y, si no, esperen a ver las noticias.
viernes, octubre 11, 2024