Una moción de confianza

Puigdemont ha pedido a Sánchez que se piense presentar una moción de confianza. Si así lo hiciera, ¿contaría el presidente con los votos de Junts? ¿Sería una petición para el apoyo o para la reprobación? Puigdemont sabe que tiene a Sánchez cogido por salva sea la parte y que de él depende su mayoría. Hasta ahora le ha sacado todo lo que ha querido, pero el residente en Waterloo (aunque dicen que muchas noches pernocta en Barcelona) quiere siempre más. Puigdmont representa a la derecha nacionalista catalana. No es ningún tonto y está bien asesorado. Ha logrado retrasar el paseo judicial de los Pujol, al menos hasta que el patriarca cumpla 90 años para que no entre en prisión. Le ha sacado a Sánchez el cupo catalán. Tiene la sartén por el mango, pero ha lanzado otro órdago al presidente del Gobierno: “Presenta una cuestión de confianza en el Congreso y si la ganas te quedas ya tranquilo”. Sí, pero no ha dicho lo que va a hacer él, si le va a apoyar o le va a defenestrar. Puigdemont es capaz de cualquier cosa. Sánchez no ha podido cumplir con él en el tema de su amnistía porque el Tribunal Supremo no le ha dejado y eso le ha dolido al señor de Waterloo. Puede ser la gran venganza, sin hacer demasiado ruido y dejando a Sánchez que tome la decisión. Las mociones o cuestiones de confianza son muy traicioneras. Si te salen mal, moralmente te tienes que ir, aunque cualquiera le habla de moral al presidente del Gobierno de España y a su complejo de Pinocho. No sé, a mí me parece una jugada maestra de Puigdemont. Y así se ve en Cataluña, como un órdago envenenado para el afectado. Sánchez, por lo visto, no es muy valiente que digamos y también se muestra indeciso ante los retos difíciles. Habrá que ver lo que tiene en mente hacer, pero desde luego no está ante su papeleta más fácil. Juega con el tiempo, da largas, pero Puigdemont lo está apretando, insiste, aparece en la prensa pidiendo esa cuestión de confianza. Lo está llevando, una vez más, a su terreno. Hay que esperar un par de semanas porque el ex presidente de la Generalitat no se va a quedar callado. Hablará. Y pronto.