Una extracción maravillosa

Mientras que el avión de Maduro, al límite del combustible, tenía que dar mil vueltas antes de aterrizar el Moscú por la inoperatividad del aeropuerto moscovita, debido a un ataque de drones ucranianos, la CIA y los navy seals montaban una operación de extracción maravillosa. Gracias a ella pudieron salir de la embajada de Argentina, donde estaban refugiados, los cinco opositores a Maduro. La embajada de Argentina está gestionada ahora por Brasil, tras la ruptura de relaciones entre el sátrapa y Milei. El Gobierno de Venezuela, al estilo de Pedro Sánchez, mintió: dijo que había facilitado salvoconductos de salida del país a los refugiados en la legación. Mentira. Aprovechando la relajación de los custodios, más pendientes del viaje de Maduro a Moscú, para asistir a la cumbre de los malos, un comando dirigido desde la Secretaría de Estado de los Estados Unidos y con participación de la CIA y de agentes de los navy seals (la fuerza de elite de la Armada que mató a Bin Laden y lo hizo desaperecer), se metió en la embajada argentina, tras sortear la fuerte vigilancia, sacó a los cinco refugiados en ella desde hace 400 días y los puso, en un plis/plas, en los Estados Unidos. Es un aviso de que en cualquier momento Marco Rubio puede hacer lo mismo con el animal de Maduro, para que el legítimo presidente, González Urrutia, tome por fin posesión de la presidencia. Los “extraídos”, en el lenguaje de la CIA, son: Claudia Macero, Pedro Uchurrurtu, Magali Meda, Omar González y Humberto Villalobos. Todo se hizo con la máxima discreción y sin dar un tiro, una operación limpia, cuyas imágenes recibió puntualmente, en vivo, el secretario de Estado, Marco Rubio, a quien se le atribuye el éxito de la operación, junto a la Agencia Central de Inteligencia y al comando seal. Los cinco rehenes de Maduro están ya en los Estados Unidos. ¿Cómo los sacaron? Los detalles están por conocerse y se conocerán, porque USA no es como el “cero” de Sánchez, todavía misterioso. Por cierto que ayer Sánchez y Feijóo se dijeron de todo en el Congreso. Para mí que Sánchez está un puntito acabado. Puigdemont, que es tonto del culo, cree que exprime a Sánchez, pero éste se le escurre cada vez que puede. Puchi sigue en Waterloo, después de haberse escapado por segunda vez. Pero, al menos oficialmente, no puede entrar en España. Aunque dicen que lo hace frecuentemente y yo me lo creo porque el ministro del Interior es como es. Parece que nació para ser humillado y a mí me da pena de este hombre.