Unos milímetros más a la derecha y Donald Trump estaría postrado en la mesa de un tanatorio, cadáver. Tuvo mucha suerte ayer el ex presidente norteamericano y candidato republicano a las elecciones de noviembre. Volvió a nacer. El proyectil, procedente de un fusil semiautomático AR-15 con munición Remington y calibre 5,56 milímetros, atravesó la oreja derecha del candidato y posiblemente fue el que mató a un hombre que se encontraba en la tribuna, tras del ex presidente. Se trata de un médico republicano que asistía al mitin. Fueron varios los disparos que se escucharon; repasando los vídeos, yo escuché siete u ocho. El agresor parece que disparó doce veces. Su rifle tiene un alcance de 415 metros y había sido adquirido legalmente por su padre hacía un par de meses. La ausencia de custodia de un arma y la utilización de la misma por parte de un familiar puede estar castigada con entre 10 y 15 años de prisión. Otras dos personas están gravemente heridas, también espectadores del mitin, y el francotirador del Servicio Secreto apostado en un tejado cerca de la tribuna abatió, a una distancia de 125 metros, al agresor, un chico de 20 años, republicano, llamado Thomas Matthew Crooks, brillante estudiante, sin antecedentes penales, residente en Bethel Park, cuya casa fue allanada anoche por un grupo de agentes del FBI y por artificieros de la policía. Trump tuvo la serenidad de echarse al suelo hasta que le rodearon una docena de agentes del Servicio Secreto, hombres y mujeres, cubriéndolo con sus cuerpos. Los agentes no estaban junto a Trump, sino en un nivel inferior. Quizá se registrara algún fallo de seguridad. Parece ser que un joven advirtió a la policía, sin que le hicieran mucho caso, que el agresor estaba trepando a un tejado con un rifle, fuera del recinto, a unos 125 metros de donde se encontraba Trump. El agente del FBI al mando, de la oficina de Pittsburg, indicó anoche, en la rueda prensa celebrada tras el suceso, que la investigación sobre el atentado la llevará a cabo el Servicio Secreto, que al parecer no había solicitado refuerzos para cubrir el mitin de Pensilvania, una especie que se extendió ayer, un rumor que resultó ser falso. En el coche del agresor se encontraron explosivos, según informan algunos medios. La opinión más extendida es que se produjeron fallos de seguridad y que ni el Servicio Secreto ni la policía del Estado, ni la de Pensilvania habían dispuesto agentes alrededor del candidato, sino que estaban desplegados cerca, pero sin cubrirlo. Tampoco realizaron un adecuado peinado de la zona del mitin, algo elemental en este tipo de eventos. El ex presidente Trump, que ayer habló por teléfono con el presidente Biden, fue evacuado en su avión hasta el aeropuerto de Newark, en New Jersey y de ahí, en numerosa caravana de automóviles del Servicio Secreto y de la policía, hasta su apartamento de la Trump Tower, en la Quinta Avenida neoyorquina. La directora del Servicio Secreto, encargado de la custodia de presidentes y ex presidentes USA y de los dignatarios extranjeros, es Kimberley Cheatle y el investigador designado para realizar parte de las pesquisas, por parte del FBI, es el agente especial al mando Kevin Rojek, mientras que el teniente coronel jefe de la Policía Estatal de Pensilvania es George Bivens. También participa en las investigaciones el jefe de la Policía de Pittsburg. Todos ellos participaron ayer en la rueda de prensa celebrada por la noche, cuando se aclaró parte de lo sucedido. Todo parece indicar que el atentado es obra de un lobo solitario y que no existe compló para asesinar a Trump, pero los dos partidos, demócratas y republicanos, se enzarzan ahora en una lluvia de acusaciones, algunas muy graves. Esto no ha hecho más que empezar. Algo parece claro: Trump nació de pie y esa bala le puede dar las elecciones. Lástima que también, posiblemente la misma bala, haya segado una vida. Y a Trump le quedará una marca para siempre: parte de su oreja derecha fue destrozada por el disparo del joven agresor, que ya no podrá explicarse: está muerto.
Una bala en el tronco de la oreja puede darle las elecciones a Trump
El candidato republicano salvó la vida por unos milímetros y al parecer se han producido fallos de seguridad
Club de Lectores
Suscribirse tiene ventajas! Decida hasta dónde quiere llegar con nosotros. Desde 0€ a 180€ hay varias modalidades. Conózcalas!