Un devastador incendio en una subestación eléctrica en Hayes, al oeste de Londres, ha provocado el cierre total del aeropuerto de Heathrow, uno de los más transitados del mundo, desde la madrugada del viernes 21 de marzo de 2025. El incidente, que comenzó pasadas las 23:23 del jueves (hora local), dejó sin suministro eléctrico al aeródromo y a más de 16,000 hogares, desencadenando una interrupción sin precedentes que afecta al menos a 1,351 vuelos programados para este día.
El operador del aeropuerto informó que el corte de energía, calificado como «significativo», obliga a mantener el cierre hasta las 23:59 GMT del viernes para garantizar la seguridad de pasajeros y personal. Las autoridades han instado a los viajeros a no acudir al aeropuerto y a contactar con sus aerolíneas, advirtiendo que las alteraciones podrían extenderse varios días debido a la magnitud del caos logístico. En el momento del anuncio, unos 120 aviones en ruta hacia Heathrow fueron desviados a otros aeropuertos como Gatwick, Charles de Gaulle en París o Shannon en Irlanda, mientras que otros regresaron a sus puntos de origen.
La Brigada de Bomberos de Londres desplegó 70 efectivos y 10 camiones para controlar las llamas, que finalmente fueron contenidas a las 6:28 GMT. Aunque el incendio está bajo control, la investigación sobre sus causas, liderada por la policía antiterrorista británica, sigue en curso sin indicios claros de sabotaje. El ministro de Energía, Ed Miliband, señaló que unas 4,000 viviendas aún carecen de electricidad, y calificó el evento como «sin precedentes», destacando la necesidad de revisar la resiliencia de infraestructuras críticas como Heathrow.
El impacto global es notable: aerolíneas como British Airways, con 341 vuelos afectados, y Qantas, que desvió vuelos desde Australia a París, enfrentan una pesadilla operativa. En España, Aena reportó la cancelación de 54 vuelos, incluyendo 29 desde Madrid y 19 desde Barcelona. Con más de 80 millones de pasajeros anuales, el cierre de Heathrow, el principal hub europeo, promete repercusiones económicas y turísticas significativas, dejando a miles de viajeros varados y a la industria aérea luchando por reubicar aviones y tripulaciones en medio de un fin de semana que se anticipa caótico.





