El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó un ataque militar descrito como «decisivo y contundente» contra los rebeldes hutíes en Yemen, marcando una escalada significativa en la respuesta estadounidense al grupo respaldado por Irán. En un discurso desde la Casa Blanca, Trump afirmó que las fuerzas estadounidenses desplegarían una «fuerza letal abrumadora» hasta neutralizar la amenaza que representan los hutíes, a quienes acusó de atacar buques comerciales en el mar Rojo y desestabilizar la región.
La operación, confirmada por la Comandancia Central de EE.UU. (CENTCOM), comenzó en las primeras horas del sábado con bombardeos aéreos y misiles dirigidos contra posiciones hutíes en Saná y otras ciudades clave. Un alto funcionario estadounidense reveló que Trump había instruido al Pentágono hace semanas para preparar un plan detallado, que incluyó el uso de drones y cazas F-35. «Se acabó su tiempo», declaró el presidente, exigiendo también a Irán que cese su apoyo financiero y militar al grupo rebelde, bajo la advertencia de que «les va a llegar el infierno» si no cumplen.
El ataque responde a una serie de agresiones hutíes contra barcos en el golfo de Adén, que han afectado el comercio internacional y elevado las tensiones en Oriente Medio. Aunque no se han reportado cifras oficiales de víctimas, medios locales yemeníes hablan de decenas de muertos en los primeros bombardeos. La decisión de Trump, en su segundo mandato, contrasta con la postura más contenida de administraciones previas y refleja su promesa de campaña de adoptar una línea dura contra adversarios percibidos.
La comunidad internacional sigue dividida: mientras aliados como Arabia Saudita han expresado apoyo tácito, organizaciones humanitarias advierten sobre el riesgo de agravar la crisis en Yemen, donde millones dependen de ayuda externa. Por ahora, el Pentágono asegura que la operación continuará «hasta lograr nuestros objetivos», dejando abierto el interrogante sobre el alcance y la duración de esta nueva ofensiva en el conflictivo país árabe.