El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está evaluando la posibilidad de otorgar exenciones parciales a los aranceles del 25% impuestos a México y Canadá, apenas un día después de que entraran en vigor y desencadenaran una caída drástica en los mercados financieros globales. La noticia, adelantada este miércoles por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, llega tras una jornada negra en Wall Street, donde el Dow Jones perdió 670 puntos y el S&P 500 cayó un 1,75%, reflejando el pánico inversor ante las nuevas tarifas comerciales.
Las medidas, efectivas desde las 00:01 del martes 4 de marzo, gravaron todas las importaciones de México y Canadá con un 25% —excepto la energía canadiense, tasada al 10%—, y elevaron los aranceles a China del 10% al 20%. Trump justificó las tarifas como una respuesta al flujo de fentanilo y migración ilegal, pero su impacto inmediato fue una tormenta económica: el peso mexicano y el dólar canadiense se depreciaron, y las bolsas europeas, como el DAX alemán, cerraron con pérdidas de hasta un 3,5%. En respuesta, Canadá y México anunciaron represalias, con Ottawa aplicando aranceles iniciales a bienes estadounidenses por 30.000 millones de dólares canadienses y México preparando una contraofensiva para el domingo.
Lutnick, en declaraciones a Reuters, indicó que Trump está reconsiderando sectores específicos para posibles alivios hasta el 2 de abril, cuando está prevista una nueva ronda de tarifas. “No eliminaremos los aranceles por completo, pero podría haber modificaciones”, afirmó, sugiriendo que empresas que cumplan con las reglas del T-MEC podrían beneficiarse. Esta señal de flexibilidad llega tras advertencias de economistas, como los del Tax Foundation, que estiman un costo adicional de 1.072 dólares anuales por hogar estadounidense, y de líderes empresariales que temen por las cadenas de suministro norteamericanas.
El cambio de postura también sigue a conversaciones con los gobiernos de México y Canadá, que han intensificado esfuerzos contra el narcotráfico y la migración para evitar una escalada mayor. Sin embargo, la incertidumbre persiste: China ya impuso tarifas del 10% al 15% a productos agrícolas estadounidenses, y analistas del Federal Reserve Bank of Atlanta proyectan una contracción del PIB estadounidense del 2,8% en el primer trimestre si las tensiones comerciales persisten. Por ahora, Trump enfrenta el desafío de equilibrar su agenda proteccionista con las presiones económicas y diplomáticas que su decisión ha desatado.