
Donald Trump no se anda con chiquitas. Ha comenzado las repatriaciones en aviones militares, de acuerdo con la palabra dada al país. Y ha enviado a la frontera Sur, la de México, a 1.500 militares para reforzar la tarea de la Guardia de Fronteras, desbordada por la presión migratoria que cruza el Río Grande con dirección a los estados norteamericanos fronterizos con el país azteca. Trump ha hablado en Davos, por videoconferencia creo, y ha dicho que Europa, “que no se ha portado bien con mi país” (sic), si no quiere sufrir aranceles, que vaya a USA y que monte allí cadenas de producción, para lo que encontrará toda clase de facilidades. Tiene Trump el dinero y el poder, quiere hablar con Putin para detener la guerra de Ucrania, que está costando cientos de miles de vidas. Estoy seguro de que ellos dos son los únicos que pueden parar ese conflicto, dada la inoperatividad de la Europa de Von der Leyen, la amiguita del nuestro. Una nulidad la pobre médico alemana. Miren, les pido que lean un excelente artículo de Ángel Villarino en El Confidencial, referido a Sánchez y a su atrevimiento con las posturas de Trump. Dice Villarino, entre otras muchas cosas que les recomiendo: “Lanzarse contra Goliat a pecho descubierto es una temeridad que sólo se puede explicar desde el narcisismo o desde un cálculo electoral de tierra quemada”. Es una frase certera que retrata el incomprensible comportamiento del presidente de una nación que él mismo ha hecho intrascendente en el mundo.

Los mejores presidentes que hemos tenido han sido Felipe González y José María Aznar. Levantaron el país. Y su credibilidad. Despotricando contra Sánchez, Javier Milei, presidente de Argentina, que se dio una vuelta por Davos. Hay que decir que la economía de Argentina está dando un tirón y lo dará mucho más con Trump en el poder. Ha dicho Milei, y yo lo firmo: “Foros como este de Davos han sido promotores de la agenda siniestra socialista”. Tiene toda la razón del mundo este inteligente político, que teje parte de la madeja que se enfrenta al comunismo y al socialismo ramplón en el mundo: Bukele, Milei, Trump, Meloni, Orban y un montón de gente más, calificados de ultras, pero nadie califica de ultra a los del otro lado, entre ellos el trampero –¿o tramposo? — que gobierna en España. Y ahora les voy a hablar de un libro, que acaba de aparecer y que es todo un homenaje al cardenal Herrera Oria, el gran periodista español que fundó El Debate, periódico que ahora puede leerse on line –yo lo hago todos los días–, que dirige Bieito Rubido, otro excelente periodista.

El libro se titula “Historia de El Debate. Origen y primera etapa de un gran periódico”. Está editado por Almuzara, la editorial que dirige el ex ministro Manuel Pimentel y su autora es Ángela de Cáceres. Promete, por la sinopsis que he leído. Lo he pedido a Agapea. Espero tenerlo en unos días y ya les hablaré de este tema, tan interesante. El periódico dejó de publicarse con el comienzo de la guerra civil y en él trabajó el gran periodista canario Mariano Daranas, gran amigo de mi padre, que fue uno de los culpables –con Mario Zurita, que me metió en La Tarde— de que yo me hiciera periodista. Y termino con las monjas cismáticas de Belorado. Son tan caraduras (¿a quién me recordarán?), o quizá tan sinvergüenzas, que llevan desde 2022 cobrando la pensión de una monja que había dado el toletazo hace dos años.

Estas sores de Belorado son ruinitas las jodidas y no le hacen caso ni al papa Francisco, el pobre en silla de ruedas. Ha ordenado el papa que se le dé sepultura, cuando llegue el caso, no en el Vaticano, sino en San Juan de Letrán, pedazo de basílica de Roma, que yo he visitado varias veces. Es una de las iglesias más imponentes que conozco. Las monjas cismáticas de Belorado no van a ser invitadas al entierro papal. De eso estoy seguro.