El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo la «recuperación» del Día de Colón, reafirmando su intención de restaurar la celebración tradicional del festivo federal que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a las Américas en 1492. A través de una publicación en su plataforma Truth Social, Trump afirmó que está «resucitando el Día de Colón de las cenizas», acusando a los demócratas de haber intentado destruir la reputación del explorador italiano y el legado cultural que representa para la comunidad italoamericana.
El Día de Colón, que se celebra el segundo lunes de octubre, había sido objeto de controversia en los últimos años. Durante la administración de Joe Biden, el feriado fue reconocido simultáneamente como el Día de los Pueblos Indígenas a partir de 2021, una decisión que buscaba destacar las contribuciones y la resiliencia de los pueblos originarios mientras se reflexionaba sobre el impacto devastador de la colonización europea. Trump, sin embargo, rechazó esta práctica, argumentando que los demócratas han intentado borrar la historia estadounidense al derribar estatuas de Colón y promover narrativas que, según él, se centran en los «fracasos» del explorador en lugar de sus «vastas contribuciones».
«Los demócratas hicieron todo lo posible para destruir a Cristóbal Colón, su reputación y a todos los italianos que lo quieren tanto», escribió Trump, añadiendo que está «reinstaurando el Día de Colón bajo las mismas reglas, fechas y lugares que ha tenido durante décadas». Aunque la fecha nunca dejó de ser reconocido oficialmente como Día de Colón a nivel federal, el énfasis compartido con el Día de los Pueblos Indígenas había generado un debate cultural en el país, con estados como Maine, Nuevo México y Vermont optando por renombrarlo exclusivamente como Día de los Pueblos Indígenas desde 2019.
La decisión de Trump se produce en un contexto de tensiones culturales y políticas, donde el presidente ha buscado posicionarse como defensor de las tradiciones estadounidenses. Este anuncio sigue a una orden ejecutiva firmada el 31 de marzo de 2025, que ordenó la restauración de estatuas de Colón y otras figuras históricas derribadas durante las protestas de Black Lives Matter en 2020, un movimiento que Trump ha criticado repetidamente. La medida ha sido bien recibida por algunos sectores, especialmente entre comunidades italoamericanas que ven a Colón como un símbolo de su herencia, pero también ha generado críticas de activistas que argumentan que glorificar a Colón ignora el sufrimiento de los pueblos indígenas, incluyendo la esclavitud y las enfermedades que diezmaron sus poblaciones tras su llegada.
El debate sobre el Día de Colón no es nuevo. Establecido como fiesta nacional por el presidente Franklin D. Roosevelt en 1934, su origen se remonta a 1892, cuando el presidente Benjamin Harrison lo proclamó como una celebración tras el linchamiento de 11 inmigrantes italoamericanos en Nueva Orleans, un gesto para honrar a la creciente comunidad italiana en los Estados Unidos. Sin embargo, las perspectivas sobre Colón han evolucionado, con un creciente reconocimiento de las consecuencias de sus expediciones, lo que ha llevado a un movimiento para reevaluar cómo se conmemora su legado.